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A paso firme arrancó Novak Djokovic el camino hacia su octava consagración en Wimbledon, que lo dejaría igualado con Roger Federer como el máximo ganador de la historia del certamen. El serbio no le dio chances a Pedro Cachin en el partido que abrió la acción del certamen en la cancha central y en el que hizo de todo: jugó y ganó, extendió una serie de impresionantes rachas y hasta se encargó de secar la cancha, luego de que la lluvia obligara a suspender momentáneamente la acción.

Con el triunfo por 6-3, 6-3 y 7-6 (7-4) ante el Argentino se metió en la segunda ronda y agrandó algunos números increíbles de su carrera.

Nole sumó su 29ª victoria al hilo en el Grand Slam británico, donde no pierde un partido desde los cuartos de final de 2017, ante el checo Tomas Berdych. Extendió un invicto de diez años en el court principal, donde su última derrota fue en la final de 2013 ante Andy Murray. En ese escenario lleva ganados 40 encuentros consecutivos. Y, además, celebró su 66ª victoria seguida en la primera ronda de un Majors, rompiendo el empate con Federer de la racha más larga desde el comienzo de la Era Abierta. Su último revés en esa instancia fue en Australia 2006, ante el estadounidense Paul Goldstein. Pero más allá de esas estadísticas, que no hacen más que agrandar su leyenda, el serbio confirmó que, aunque los papeles digan que es el segundo favorito detrás de Carlos Alcaraz, hoy número uno del mundo; en la realidad no hay candidato más grande en el All England que él.

“Los nervios siempre están, porque estás jugando en un estadio lleno y en una de las pistas de tenis más importantes del mundo. Pero fue una actuación sólida. Igual, sé que siempre puedo jugar mejor. Tras una larga gira de polvo de ladrillo y llegar a Wimbledon sin ningún partido oficial en césped, esperaba no estar en este partido al cien por ciento en cuanto a nivel de tenis. Espero que conforme avance el torneo, yo también pueda subir mi nivel”, analizó Djokovic, que chocará en segunda ronda con el australiano Jordan Thompson, vencedor en cinco sets al estadounidense Brandon Nakashima.

Disfrutó mucho el serbio de su regreso al torneo que de niño soñaba jugar y ganar y a la cancha que es “el templo del tenis”, como él mismo afirmó. Por eso, ni siquiera ese parate de casi 90 minutos tras el primer parcial lo alteró. Y eso que desde la organización no sabían decirles a los jugadores cuándo iban a poder reanudar la acción, porque por alguna razón desconocida, mientras en los otros courts ya se había vuelto a jugar, en la Central el césped no se secaba y la cancha seguía muy resbaladiza. Nole se lo tomó con humor.

Luego de ganar Rolan Garros, ahora busca el 24° “grande” y el octavo Wimbledon como principales objetivos, Djokovic no afloja y quiere más. Ya dio el primer paso en el All England con un sólido triunfo ante Cachin. Y por lo que mostró ante el Argentino y por su historia reciente sobre el césped londinense, parece difícil que alguien pueda frenarlo.