Hoy se cumple un año, de que a Tokio le tocó inaugurar los Juegos Olímpicos más atípicos de la historia reciente, la máxima cita del deporte universal que en principio estaba programada para el 2020, prometía ser un evento de gran fastuosidad y una demostración de poderío tecnológico por parte del país del sol naciente, tuvo que ser aplazado hasta un año por la crisis sanitaria mundial causada por el COVID-19.
Durante todo el 2020 y primer semestre de 2021, reino la incertidumbre en el Comité Olímpico Internacional, comité organizador y Japón sobre el futuro de los juegos. Según encuestas fueron realizados durante el año pasado, hasta el 80 por ciento de los ciudadanos japoneses estaban en contra de celebrar los Juegos Olímpicos, debido a la crisis sanitaria que estaba pasando el país y el mundo.
Se acercaba cada vez la fecha de los juegos, los rumores iban y venían sobre que Tokio estaba considerando hasta cancelar los Juegos Olímpicos, si la situación con el COVID-19 empeoraba, cosa que si hubiese llegado a pasar hubiese sido un total desperdicio económico. Durante los meses previos al gran evento Japón imponía más restricciones a la hora de ingresar al país, llegando a prohibir turistas extranjeros, lo que prendía las alarmas sobre una posible cancelación de Tokio 2020.
El Comité Organizador de Tokio 2020 dispuesto a realizar los juegos a como diera lugar, tomo una inédita decisión y fue de celebrar los Juegos Olímpicos sin publico extranjero, sin embargo esta norma se volvió más estricta cuando se prohibió no hubiera ningún espectador en las tribunas.
Otras medidas de bioseguridad fue los deportistas que ingresen a la villa olímpica una vez que culminen su participación en los Juegos deberán abandonar la sitio donde se alojan los atletas y en la ceremonia de apertura solo la mitad de cada delegaciones podría desfilar.
Llegó el día de la inauguración de los Juegos, 23 de julio de 2021, una ceremonia muy austera debido a la ausencia de publica, por respeto a las víctimas de covid, a las afueras del Estadio Nacional de Tokio habían manifestaciones en contra de la celebración de los Juegos.
Por la Republica Dominicana los abanderados fueron el boxeador Rodrigo Marte y la voleibolista Prisilia Rivera ellos se encargaron de portar la bandera quisqueyana en la ceremonia de apertura. La delegación nacional asistió a los Juegos Olímpicos con 64 atletas, logrando 5 medallas, 3 de plata y 2 de bronce.
A un año de la apertura de unos Juegos Olímpicos los primeros que tuvieron que ser aplazados por una pandemia, Tokio le dio una lección al mundo y una muestra esperanza en medio de la peor crisis sanitaria en los últimos 100 años, a pesar de que los casos de covid estaban en su punto máximo en Japón, se pudieron celebrar aunque sin público unos juegos que serán recordados por muchos tiempo.