Hay algo que Al Horford tiene a su favor para este séptimo juego de la final en la Conferencia Este frente a el Heat de Miami y es la mística que poseen los verdes con los séptimos partidos.

Los de Nueva Inglaterra, simplemente son letales en este tipo de instante, pues de los 35 choques disputados han triunfado en 26, para más del 70% de victorias.

El éxito más reciente tuvo lugar en la serie anterior ante los Bucks de Milwaukee, cuando sepultaron las esperanzas de Giannis Antetokounmpo con paliza de 109-81.

La marca

Horford cuenta con este elemento a su favor para cambiar su historia, ya que es el único jugador que con 140 partidos de postemporada no ha llegado a una final de NBA.

Sí señores en su impresionante hoja de servicios, el dominicano se queda sin asistir siquiera a la discusión del título.

El caribeño además se ubica como tercero en este apartado dentro de la lista de jugadores activos, detrás de James Harden con 149 y Chris Paul con 142.

El momento es ahora

Esa es la realidad minutos antes de comenzar el crucial desafío pero Al Horford sabe que lo puede cambiar y su rol será vital para ello.

Si bien necesitará de apoyo en defensa, Horford ha demostrado ser reciliente en estos Play Offs, siendo capaz de adaptarse a cualquier circunstancia de juego; además de ser un claro ejemplo de líder, dentro y fuera de la cancha.

Luego de un quinto partido nivel Dios, con 16 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias; el veterano decayó un poco en el sexto al registrar solo 3 puntos con 9 rebotes y 5 asistencias.

La personalidad

En sus manos está la posibilidad de reescribir la historia y de llegar a la final se convertiría en el primer dominicano en hacerlo desde que su padre, Tito Horford, pisara las duelas de la NBA con los Milwaukee Bucks en 1988.

Como sea, el coach, el equipo, la afición, América Latina toda confía y cree en su valor para este cotejo y Al lo sabe, a los 35 años no hay lugar para dudas ni medias verdades, es matar o morir en el intento.