Seis años atrás, en 2016, Alex Rodríguez jugaba su última temporada en Grandes Ligas, dejando muchas sensaciones encontradas, rechazo, ilusión, tedio, engaño y mucha frustración, había sido el ídolo de millones, pero los esteroides empañaron esa percepción que se tenía hasta casi volverlo un villano cruel y esa imagen de Ryan Dempster pegándole la bola en la espalda a más de 90 millas por hora, lo dice todo.

Y quedaron los 696 jonrones, ahí tocando a la puerta de la histórica cifra de 700 pero también el morbo y la sensación de suciedad comenzó a merodear y hasta cierto punto ese estigma ha marcado a la figura de Alex desde entonces.

Hoy

Seis años después, la realidad se le ha ido acomodando al ex jugador de los Yankees de Nueva York y hoy su perspectiva como uno de los dueños de los Minnesota Timberwolves marca su presente, pues tras haber comprado al equipo junto a su socio Marc Lore por unos 1500 millones de dólares; Alex Rodríguez ha volcado su atención hacia la NBA y el futuro de la franquicia de Minneapolis luce más que interesante, prometedor diría.

Ya en la última campaña, los Timberwolves dieron la clarinada, al llegar a la postemporada y contender hasta el final ante unos Grizzlies que tuvieron en Ja Morant al hombre grande capaz de romper los ritmos de los partidos con su potencia y versatilidad en la duela.

Presente y futuro

Los Wolves, con Anthony Edwards y Karl Anthony Towns, además de D Angelo Russell cayeron 4-2 pero llegaron a estar ganado importantes partidos, como el tercero el cuarto y el sexto de la serie, para después desmoronarse en defensa.

Por esos vericuetos que pone el destino, Alex Rodríguez, con el resultado igualó una especie de récord negativo, pues en su primer año con los Yankees en 2004 vivió de cerca la épica remontada de los patirojos en la Serie de Campeonato de la Liga Americana y 18 años después, como empresario y dueño de una franquicia de baloncesto, también vivió de cerca un hito sin precedentes, pues los Timberwolves llegaron ganado por más de 10 puntos a los cuartos finales de los encuentros antes mencionados y vieron como los Grizzlies le remontaban en cada ocasión.

Sin embargo, el dominicano ha demostrado una vez más que es un hombre extremadamente competitivo y ha sido uno de los artífices principales de la llegada de Rudy Gobert y Tim Connelly como presidente de operaciones.

La gran apuesta

Se trata de una gran apuesta, la misma que de tener éxito llevaría a Alex Rodríguez a planos estelares como empresario, quizás hasta pudiera opacara bastante el estigma de los esteroides, algo que ha dañado bastante su imagen en la profesional.

En una reciente entrevista a la agencia AP, Rodríguez sentenció que los fanáticos en Minnesota merecen tener un equipo ganador y consistente y en eso se ha proyectado la directiva desde esta pretemporada.

Tal como refiere el artículo en cuestión, Alex Rodríguez está inmerso en su nueva función ya habla como todo un avezado en materia de baloncesto, sabe lo D’ Angello Russell debe hacer en situaciones de pick-and -roll, además de como Gobert es un jugador subestimado por su labor ofensiva.

Si el grupo ya era consistente con la triada de Towns, Edwards y Russell, la llegada de Rudy Gobert los ubica en un escalón superior en cuanto a los favoritos en la Conferencia Oeste y los éxitos no deben tardar en llegar, entonces la gloria le volvería a sonreír otra vez a Alex Rodríguez y para ese entonces la gente no recordaría si un vez uso sustancias prohibidas o algo similar.