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El viernes por la noche, los Atlanta Hawks sorprendieron nuevamente al mundo del baloncesto al vencer a los Cleveland Cavaliers por 117-101, asegurando su pase a los cuartos de final de la Copa NBA. Aunque su récord general de 9-11 no impresiona a simple vista, el equipo dirigido por Quin Snyder ha demostrado ser una verdadera amenaza contra los titanes del Este, acumulando tres victorias ante los dos mejores equipos de la conferencia.

Una lección táctica: distribución y trabajo en equipo

La clave de esta victoria, al igual que en sus recientes triunfos sobre equipos como los Boston Celtics, ha sido su extraordinaria capacidad para distribuir el balón. Liderados por un Trae Young en modo “maestro distribuidor”, los Hawks anotaron 39 puntos en un espectacular tercer cuarto, con asistencias provenientes de hasta siete jugadores distintos. Young, quien lidera la liga con 12,4 asistencias por partido, ha elevado su nivel de juego recientemente, promediando 15,3 asistencias en los últimos seis encuentros.

El contraste entre ambos equipos fue evidente. Atlanta acumuló 72 asistencias en sus dos partidos frente a Cleveland, superando ampliamente las 52 de los Cavaliers. Este dominio en la distribución ha sido la base de su éxito, permitiéndoles desarmar defensas reconocidas por su solidez, como la de los Cavs.

Contribuciones clave y figuras emergentes

Más allá de Young, los Hawks están recibiendo aportes vitales de jugadores clave. Dyson Daniels, líder de la NBA en robos con un promedio de 3,1 por partido, volvió a destacar con tres robos cruciales frente a Cleveland. En el partido contra los Celtics a principios de noviembre, Daniels tuvo seis robos, consolidando su papel como una amenaza constante para las ofensivas rivales.

Otro nombre que ha comenzado a brillar es Zaccharie Risacher, la primera selección del equipo, quien mostró su talento con 28 puntos y un efectivo 10 de 18 en tiros durante la serie contra los Cavaliers. Su crecimiento como jugador es una señal alentadora para un equipo que busca consolidar su núcleo joven y competitivo.

Más que números: un equipo que crece ante los grandes

A pesar de su posición en la tabla y su irregularidad frente a equipos de menor calibre, los Hawks parecen transformarse cuando enfrentan a los mejores. Su capacidad para adaptarse y ejecutar un plan de juego sólido contra rivales de alto nivel los convierte en un oponente peligroso. La victoria sobre los Cavaliers no solo les asegura un lugar en los cuartos de final de la Copa NBA, sino que también envía un mensaje claro: los Hawks están preparados para competir al más alto nivel.

¿Son los Hawks un caballo negro en el Este?

El rendimiento de los Hawks plantea una pregunta interesante: ¿puede este equipo superar sus inconsistencias y convertirse en un contendiente real en la Conferencia Este? Si bien su récord de 9-11 sugiere problemas de regularidad, su desempeño ante los mejores equipos muestra que tienen el talento y la estrategia para competir en los momentos importantes.

El liderazgo de Trae Young, el impacto defensivo de Daniels y el potencial de Risacher forman una combinación prometedora. Sin embargo, la clave para Atlanta será traducir estas actuaciones esporádicas en una consistencia sostenida que los impulse hacia los playoffs y más allá.

El camino hacia adelante

Ahora, con su lugar asegurado en los cuartos de final de la Copa NBA, los Hawks tendrán la oportunidad de demostrar que su éxito no es casualidad. Si logran mantener este nivel de juego, podrían convertirse en uno de los equipos más difíciles de enfrentar en la postemporada.

Aunque su camino está lleno de desafíos, los Hawks están mostrando que tienen la capacidad de elevarse ante los mejores. Su historia en esta Copa NBA es un recordatorio de que, en el baloncesto, los números no siempre cuentan toda la historia. Atlanta ha encontrado una fórmula para sorprender y, si logran perfeccionarla, podrían ser el equipo que nadie quiere enfrentar.

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