La expulsión de Anthony Davis a la mitad del tercer cuarto con el equipo perdiendo por una diferencia de 20 puntos  sentencia lo que fue para Los Angeles Lakers una noche de pesadilla en casa este lunes ante Chicago Bulls.

Fue victoria para los de Illinois por un gran 121-103 ante los angelinos, comandada por un DeMar DeRozan sensacional que fue acompañado por geniales Lonzo Ball y Zach LaVine.

La contratación estrella de los Bulls del último mercado tuvo un partido excepcional, siendo incontrolable para la defensa de los Lakers desde el primer cuarto hasta el último.

Hasta incluso dos triples anotó DeRozan en este partido en el que se fue con 38 puntos del Staples Center lanzando 15-23 de campo y agregando 6 asistencias y 3 rebotes en un encuentro siempre especial para él por lo que significa jugar en su ciudad y ante el equipo al que creció siguiendo como fanático del deporte.

Lonzo Ball firmó un 7-10 en triples y 10-13 de campo para 27 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias ante su ex equipo, Alex Caruso, otro ex Lakers, no sumó puntos con apenas un tiro al aro pero repartió 5 asistencias y dio cátedra defensiva y Zach Lavine, que fue a la universidad en esta ciudad, terminó con 26 puntos, 5 asistencias y 5 rebotes

Los Lakers tuvieron el problema mencionado de Davis por una discusión con un árbitro que no quedó clara, pero ese no fue el motivo de su derrota sino que se vieron superados en el juego y en el marcador desde el inicio. AD quedó con 20 puntos pero sin participar demasiado del juego, Russell Westbrook finalizó con 25 puntos, 8 asistencias y 6 rebotes tirando 8-19 de campo (0-6 en triples) y Carmelo Anthony no estuvo certero con el tiro (9 puntos con 0-4 en triples).

Así, los Lakers siguen extrañando demasiado a LeBron James que, no solo brinda un aporte ofensivo que es dificil de reemplazar, sino tambien un plus mental y de confianza dentro de la cancha que hace mejores a todos en el partido y que, desde su ausencia, no se ha visto en nadie mas.