Este sábado en San Francisco se jugó baloncesto de primer nivel pues Golden State Warriors y Memphis Grizzlies salieron a las duelas en el tercer partido de una de las series de semifinal en la Conferencia Oeste de la NBA.
Y doce años después, la banda del gran Stephen Curry se vuelve a llevar los titulares pues desplegó todo su arsenal ofensivo en este importante encuentro, algo que no lograba en postemporada desde 2010.
Cifras exageradas
El elenco de la bahía coronó una actuación de 142 cartones ante los Grizzlies y la diferencia de treinta tantos dejó entrever, por los ritmos del juego, que la misma pudo ser mayor.
Desde 2017, los Warriors no tenían una producción ofensiva de semejante calado en postemporada, cuando en aquel entonces ganaron a los Spurs de San Antonio, 136 a 100.
Los dirigidos por Steve Kerr llegaron al último parcial con 101 puntos ya en su cuenta y con el resultado medio amarrado, los californianos se dedicaron más a desarrollar piezas de colección bajo el aro o desde la pintura.
Los números
Stephen Curry con 30 puntos fue una vez más el líder de los Warriors, que también contaron con 27 puntos de Jordan Poole y 21 de Klay Thompson, de 6-4 en triples.
Por si parte, el talentoso Ja Morant volvió a rendir a las mil maravillas con sus 34 cartones.
Cabe resaltar que los Grizzlies se sintieron la ausencia de Dillon Brools, uno de sus buenos defensores perimetrales, quien había sido suspendido días atrás por fracturarle el codo a Gary Payton III.
Memphis vio como el juego se les abrió en los finales de los últimos tres parciales cuando su defensa hizo aguas.
Con este resultado, jugando de locales, los Warriors dan un importante golpe de autoridad rumbo al venidero cuarto juego, previsto para este lunes.