Puede ser incluso que los New Orleans Pelicans pierdan 4-0 frente a los Suns de Phoenix y que en unos quince días nadie se acuerde de ellos y de la aventura vivida por este equipo para poder regresar a la postemporada.
Hablamos quizás de la mejor historia de la temporada regular, una historia como salida de una novela, donde los viajes largos y llenos de tropiezos marcan el trayecto y definen los hilos de la trama.
Patas arriba
Y fue así, la historia de los Pelicans comenzó con un récord de 1-12 y entonces todos pensamos que vendría otro fiasco más pues sin Zion Williamson, era imposible pensar siquiera en una marca positiva al terminar el calendario regular.
Pocos pensaban en el puesto diez pero Willie Green se las arregló para lograr una dinámica de grupo positiva y así fueron avanzando, imponiéndose a rachas malas y a otras muy malas.
El día D
Y llegó el partido 83 y en un duelo de locos, Brandon Ingram, CJ McCollum y compañía sentenciaron a los Spurs de San Antonio y abrieron la posibilidad para el partido número 84.
El guión no podía cambiar, durante la temporada regular fue de esa manera; remontadas espectaculares y victorias en los minutos finales; entonces contra los Clippers superaron una desventaja de 13 cartones comenzando el último período.
El equipo
No hubo héroes individuales, no, fue el equipo, Ingram, McCollum, hasta el boricua José Alvarado y en ese tramo final apareció un inesperado protagonista con la muñeca engrasada para sentenciar el éxito a base de triples…Trey Murphy III.
En resumen, Brandon Ingram sumó 30 puntos y seis asistencias para hacer de líder pero igual, CJ McCollum no quedó atrás con sus 19 unidades.
De histórico el resultado y sin dudas fue el premio merecido a un elenco que a pesar de perder a su estrella, jamás dejó de luchar, siempre jugando un baloncesto de altos quilates y nunca dejando de soñar.
Los Pelicans regresan a los Play Offs cuatro años después de su última incursión en 2018 y si no son favoritos en el duelo californiano ante los Suns, al menos batalla van a dar.