Como ya hemos mencionado antes, una franquicia como la de Los Ángeles Lakers, entre otras cosas debido a su historia y prestigio en una liga como la NBA, siempre está llamada a estar entre las mejores; y que en caso contrario, se le considerará como un total y rotundo fracaso.

Y esto es algo que ha quedado evidenciado este jueves cuando los de amarillo y púrpura cayeran derrotados por segunda vez en la muy joven edición 2022-2023, pero la reacción de algunos seguidores es como si ya hubiesen quedado eliminados de la fase regular por segunda ocasión consecutiva.

En medio de la decepción por una nueva derrota, uno de los más acusados y señalados ha sido el base Russell Westbrook, quién además de lidiar con las situaciones ya conocidas a nivel interno con sus propios compañeros, ahora ha recibido el ataque de los que al menos hasta ayer se consideraban sus fieles aficionados.

Poco después del partido ante los Clippers en el ‘Crypto.com Arena’, en el momento que los jugadores se retiraban a los vestuarios, se pudo apreciar en un video publicado por la cuenta de twitter @isolation_nba, donde se aprecia a una persona en la tribuna cercana al túnel gritándole algunas cosas a Westbrook, y éste se detuvo un instante para responderle.

Según los autores de la mencionada cuenta, el aficionado en cuestión alcanzó a decirle a ‘Russ’ en voz alta “das asco”, y entonces el jugador le llegó a replicar diciéndole: “ven a decírmelo en la cara”, debiendo ser visiblemente escoltado por funcionarios de la seguridad interna.

La molestia quizás pudo haberse agigantado, considerando que se perdió ante su rival de ciudad; pero en parte se ha debido a una más que pobre actuación de apenas 2 puntos de Westbrook en todo el partido, además con 0 de 11 en tiros de campo, siendo ésta la peor marca en 55 años para un jugador de esta franquicia.

Todo esto ha sido parte de uno de los peores momentos de este equipo en su historia, pero que a la vez cuenta con uno de los mejores como LeBron James, por lo que la posibilidad de recuperarse siempre estará latente; pero la paciencia forma parte de un vaso que se puede derramar, más en una ciudad como Los Ángeles.