Devin Booker, dió inicio a su carrera profesional al ser drafteado en el 2015 desde la universidad de Kentuky, donde llegó a disputar el Final Four en esa temporada, pero aún no había podido conseguir la oportunidad de jugar un partido de playoffs en la NBA. En la contienda pasada estuvo muy cerca, gracias a un esfuerzo magnífico que permitió a los Suns un registro impecable en 8 partidos, en la burbuja montada en los complejos de Walt Disney World. Sin embargo, no bastó.

En esta temporada la historia inició diferente para los dirigidos por Monty Williams. Los Suns lograron el segundo mejor record de la conferencia Oeste en la etapa regular. Posteriormente se interpusieron a los vigentes campeones, Los Angeles Lakers, y más tarde al reinante MVP de la liga, Nikola Jokic, para así alcanzar su primera final desde 1993, tiempo en que Charles Barkley vestía la camiseta del Sol aún.

El hijo de Melvin y Verónica, sin dudas ha sido clave para que Phoenix haya llegado hasta esta instancia. Ha sido él, el dos veces seleccionado al Juego de Estrella, quien ha aprovechado esta oportunidad al máximo, a tal punto que en la noche del Juego 4 de estas Finales estableció la marca de más puntos encestados en una primera postemporada en la carrera de jugador alguno en la NBA.

Booker, arribó al cuarto partido de estas finales con 500 puntos encestados, en el cual anotó 42 tantos, para totalizar 542 canastos en lo que ha transcurrido de esta postemporada, dejando atrás a Rick Barry (521) y la leyenda Julius Erving, quien anotó 518 puntos en su primera aparición en unos playoffs con los 76ers.

Tras un anterior partido para el olvido, con una pobre anotación de 10 puntos, el estadounidense retomó el sendero de la alta anotación, incluyendo 18 cestas en el tercer cuarto, donde además lanzó perfecto de campo (7-7)

Ahora que la serie se iguala a dos por bando, significa que al menos otras dos oportunidades más tendrá para seguir ampliando la ventaja.

Devin, está promediando durante esta postemporada 26.3 PPJ, 6.1 RPJ, 4.7 APJ, con un porcentaje de acierto de 44% y 34% detrás del arco.