No se puede ocultar que si bien la selección nacional absoluta de baloncesto de la República Dominicana pudo lograr el objetivo principal que no era otro que iniciar la segunda fase de los clasificatorios a la copa del mundo con una victoria en casa, hubo algunos detalles que hay que ponerle la lupa y no dejar pasar por alto, considerando que ya se está disputando una etapa decisiva y en donde no pueden haber muchos errores.
Todas las miradas estaban puestas en el estreno del jugador de la NBA Chris Duarte, quién en la primera parte del partido se le vio con mucha disposición y enrumbado a comandar la ofensiva nacional, siendo el primero en llegar al doble dígito, antes de la primera mitad; pero luego de allí, no fue el mismo y su porcentaje de acierto cada vez era más bajo.
Duarte no pudo acertar ninguno de sus 8 intentos desde la larga distancia, por lo que la totalidad de sus puntos, 11 nada más, llegaron por 3 tiros de cancha en 12 disparos, para un 25%, además de 9-5 en tiros libres, por lo que sin necesidad de profundizar mucho acá, queda claro que no fue la mejor de sus noches, y si alguien sabe sacar provecho de esto es un coach como Flor Meléndez, al frente de la selección panameña.
Antes de este partido ante Panamá, el máximo anotador por excelencia era el capitán Víctor Liz, pero éste tampoco tuvo un partido así como para resaltar; el base apenas acertó para 18% en dobles y, al igual que Duarte, no pudo anotar ningún canasto triple, con un registro final de 6 puntos, algo no muy usual en el actual jugador de los Capitanes de Arecibo de Puerto Rico.
En líneas generales, la larga distancia no acompañó en ningún momento del compromiso a los dominicanos, algo que es delicado en estos torneos de FIBA, por lo que había que recurrir a la pintura, y acá es donde tuvieron que salir al paso Ángel Delgado y Eloy Vargas para no solo aportar en ofensiva, sino también dominar los tableros.
Entre ambos se combinaron para capturar 21 rebotes y propinar 3 bloqueos, y en el caso de Delgado, anotar par de cestas clave en los minutos finales, acertando 8 de sus 9 tiros de cancha, siendo el único con un porcentaje mayor a 50% en este renglón; algo que si bien es positivo, no deja de generar preocupación ante la poca productividad de otros referentes.
Si bien al final del encuentro el coach Melvyn López, como es normal en muchos entrenadores, mostraba su satisfacción con el resultado del partido y el rendimiento de sus pupilos, ha reconocido que les toca observar de nuevo los videos y mejorar las falencias que se vieron en la noche de este jueves, más aún cuando deberá enfrentar a un rival más duro en el papel como Venezuela y luego en la siguiente ventana a Argentina.
Muchos aficionados dejaron saber su descontento ante la forma como López ha planteado sus últimos compromisos, algunos incluso siendo más radicales han pedido que salga de la dirección técnica, pero sabemos que buena parte de esa decepción trae consigo la expectativa de presenciar un marcador más amplio y un gran partido de Chris Duarte; ninguna de las dos se pudo dar.
Queda solo aguardar si se llegarán a hacer los ajustes que correspondan, ya que cada juego que viene será más difícil que el anterior; son 5 victorias en 7 encuentros ya disputados, igualados en la tercera posición del Grupo E con Argentina, pero como ya hemos mencionado acá, en FIBA no se puede bajar los brazos y un solo error te puede dejar fuera del objetivo mundialista.