Un partido más que equilibrado y que se debió definir en los últimos minutos fue el que se observó en el cierre de la jornada de este martes en el gimnasio ‘Geraldo Magalhaes‘ de Recife, en donde el seleccionado dominicano de baloncesto logra el objetivo de acceder a la siguiente etapa de la AmeriCup.
Esto con todo y no haber obtenido la victoria ante su similar de Argentina que se antes de comenzar el evento ya se erigía como el candidato a quedarse con el primer lugar del grupo B, algo que queda demostrado en la segunda fecha cuando lograron imponerse ante una muy difícil escuadra de Puerto Rico por más de 10 puntos de diferencia.
En esta ocasión, los quisqueyanos lograron sacarle provecho a su victoria ante la colista del grupo, Islas Vírgenes, pero ante el hecho de haber cedido en el primer duelo ante los boricuas, se debía jugar hoy con la intención de lógicamente ganar o en dado caso no perder por una diferencia mayor a 35 puntos, para así superar en promedio de puntos a Colombia.
Algo que era poco probable que ocurriera, pero que de igual forma se tenía que estar prevenido, ya que los dirigidos por Pablo Priggioni pretendían ganar al menos por 14 puntos de margen y ser el mejor de los clasificados a los cuartos de final, pero vista la paridad en buen tramo del partido, se veía algo más que cuesta arriba. La diferencia terminó siendo de 12 unidades.
Dominicana en la primera mitad hizo un buen trabajo e inteligente atacando a su rival en el juego interno, tomando en cuenta sus problemas en las faltas y con el buen momento de un Ángel Delgado que seguía imponiéndose en los tableros y una vez más liderando la ofensiva de su equipo.
Andrés Feliz también ha hecho su trabajo en la conducción del balón y en la propia ofensiva, notándose una gran diferencia cuando no estaba en cancha, aunque la presencia de Richard Bautista y Jassel Pérez, quien de nuevo salía en el quinteto abridor, no fue para nada despreciable. Además de resaltar un muy buen partido de Juan Miguel Suero y sus 18 puntos y 60% en acierto de media y larga distancia.
Lógicamente, al no obtener el triunfo significa que no se lograron hacer bien algunas cosas, y es que revisando las estadísticas, los dominicanos incurrieron hasta en 21 pérdidas de balón, logrando sucumbir ante la dura defensa rival, un número considerablemente alto y que con ello se dejaron de intentar varios canastos que pudieron cambiar el escenario final.
Y varias de estas pérdidas fueron capitalizadas, teniendo a un maestro como Facundo Campazzo en la conducción y asistiendo a sus compañeros, siendo una de sus especialidades; acá también aparecieron las anotaciones de un inspirado Gabriel Deck, y los canastos triples de Nicolás Brussino y Leandro Bolmaro.
Esto deja ver las dificultades y la capacidad de respuesta ante la presión que se puede recibir por parte del contrario, algo que se debe trabajar de cara a la siguiente etapa, en donde no se pueden cometer este tipo de imprecisiones.
Otro detalle a mejorar es el acierto en la larga distancia, habiendo encestado apenas cuatro de dieciséis intentos, para un 25% en contra de un 43% de los argentinos, que suele ser otra de sus armas letales sobre todo en los minutos finales de cualquier encuentro.
Son detalles que ya deben haber anotado los miembros del cuerpo técnico nacional, más aún pensando ahora en un también complicado rival como Brasil, que será el que se tendrá en la jornada del próximo jueves, el cual cerró invicta al ganar sus tres compromisos en el grupo A. La consigna ahora será alcanzar las semifinales y asegurar boleto a los Juegos Panamericanos del próximo año.