Tras alcanzar la cúspide en espectacularidad, los años recientes, salvo algunas excepciones, han dejado un amargo sabor de boca en cuanto a las expectativas que han tenido los espectadores versus lo propuesto por los protagonistas de este.

En 2016, en el Air Canada Center de Toronto, la magia haría acto de presencia. Protagonizada por Zach Lavine y Aaron Gordon, quienes se enfrascaron en un emocionante duelo en la parte final de la competencia que nos mantuvo a todos extasiados y deseando por más; elevado grado de dificultad, originalidad, conversiones en su primera oportunidad, cero pifias, hicieron de esta competencia y feroz batalla, la mejor de la historia en la competición.

Finalmente, el vencedor terminó siendo Lavine quien revalidaba el título conseguido en 2015, pero la decisión de los jueces fue muy controvertida y de lo que se estaría hablando mucho en lo adelante.

Muchos entendían, nosotros incluídos, que la competencia debía terminar en este donqueo, probablemente el mejor de toda la historia:

En este donqueo, en que Aaron Gordon no solo salta sobre la mascota del Orlando Magic, sino que pasa la pelota por debajo de sus piernas colocadas completamente en horizontal, el salto vertical de Gordon fue de 7’7”. Para poner esa cifra en contexto, ese es un salto de mayor altura al conseguido por Mutaz Essa Barshim en las olimpíadas de Londres 2012, ganador de la medalla de plata en la categoría Salto Alto Masculino. Es decir, ese salto le hubiese otorgado una medalla olímpica a Aaron Gordon en un deporte diferente al que se dedica. Impresionante.

El tiempo en que Aaron Gordon permaneció en el aire fue de 0.97 segundos, 5 centésimas más que el icónico Air Jordan, donqueo en el que Jordan saltó de la línea de tiros libres y parecía haberse suspendido en el aire (0.92 segundos). ¡Wao!

Precisamente la respuesta de Lavine a este donqueo de Gordon, fue uno en el que saltó cercano a la línea de tiros libres que agregaba la dificultad de hacer un molino de viento con la mano. Espléndido, sin dudas. Ahora bien, si puntúas como 50 el mejor donqueo de la historia y a continuación se realiza uno que es muy bueno pero no lo supera ni tampoco lo iguala, no se puede dar la misma calificación, sobre todo porque la comparación entre ambas es directa.

En otra ocasión, el donqueo de Lavine perfectamente pudiera haber ganado, y por amplio margen, a cualquier otro, pero, se topó con el mejor de la historia y los jueces de manera injusta, extendieron la competencia.

¿Qué ha pasado tras esta injusticia? En las siguientes funciones, tras abrirse y cerrarse el telón, los aplausos cada vez son menos.

Demos un recorrido por los años siguientes a este y ver qué ha cambiado.

 

2017

Aaron Gordon regresaba en 2017 para tratar de hacerse con lo que le había sido robado el año anterior. En su primera oportunidad, se auxilió de un dron para que le diera la asistencia y completar su clavada, un recurso innovador pero que no fue bien valorado por los jueces quienes dieron 38 puntos, lo que la pone en el rango de mala puntuación (30 puntos es el mínimo posible).

En su segunda oportunidad, fallaba sus 3 intentos sin conseguir concluir su donqueo, lo que decretaba el fin de su participación en esta versión.

Otro que pifiaba en 3 intentos fue Derrick Jones Jr., quién cayó derrotado en la final ante Glen Robinson III.

En resumen, una competencia cargada de donqueos muy potentes y saltos verticales elevados, sin embargo, el nivel de creatividad estuvo bajo, que dejaba un sabor de boca más amargo aún por las expectativas generadas gracias al tremendo espectáculo que se nos brindó el año previo a ese.

Donqueos con puntuación perfecta: 4

Ganador: Glen Robinson III

 

2018

La competición no iniciaba de la mejor manera. Tras agotar su turno Donovan Mitchell, un decepcionante Victor Oladipo fallaba en sus 3 intentos reglamentarios en ese entonces, lo que rápidamente lo sacaba de la competencia.

En esta versión la innovación se hacía presente en algunos donqueos, como en el que Larry Nance Jr. botaba el balón dos veces en el tablero antes de clavarla, pero el grado de dificultad seguía siendo más bajo a lo que estábamos acostumbrados.

La competencia cerró de una bonita forma, con un homenaje de Donovan Mitchell a Vince Carter, emulando uno de los mejores donqueos que se han presenciado en el certamen y su icónico “It’s over, it’s over”. Si bien es cierto hubo una marcada diferencia en el nivel de ejecución, trasladó a más de uno a ese emotivo momento, y le valió al, en ese entonces, rookie del Jazz a ganar el evento.

Donqueos de puntuación perfecta: 4

Ganador: Donovan Mitchell

 

2019

Los fallos en las ejecuciones se hacían presente, prácticamente, desde el inicio. Dennis Smith Jr., necesitaría sus 3 intentos para poder completar su primera ronda de donqueo, mientras que Miles Bridges las agotaba sin éxito. Sin dudas, no es lo que el espectador quiere ver, mucho menos que ocurra en una misma ronda.

Dennis Smith Jr., volvía a errar en la ronda final, esta vez en 5 de 6 intentos. A fin de cuentas, convirtió 3 donqueos en 11 oportunidades en toda la noche, lo que arroja un pésimo 27% de oportunidades de éxito. Me cuesta asimilar que esto ocurra en estos niveles.

Quizás el donqueo de más luz de la noche fue el de Hamidou Diallo, saltando sobre Shaq O’neal y quedando su antebrazo flexionado adentro del aro, que, aunque no deja de ser espectacular, es una idea muy vista.

Donqueos de puntuación perfecta: 4

Ganador: Hamidou Diallo

 

2020

Esta versión prometía ser interesante, tendríamos de regreso a un ex-campeón del certamen tras más de una década de ausencia, Dwight Howard. Aunque claro está, ya no contaba con el nivel de potencia en sus piernas que hicieron se ganara el mote de “Superman” cuando vestía los colores blancos y azules del Magic de Orlando.

Otro que estaba de regreso era Aaron Gordon. Todos queríamos volver a verlo, ya sea para alzar el trofeo o simplemente para que reivindique su decepcionante participación en la competencia del 2017.

Los restantes dos participantes fueron Pat Connaughton y el otro, uno de los sospechosos habituales, Derrick Jones Jr.

El espectáculo de alto nivel parecía estar de vuelta, incluso Howard (que volvió a hacer uso de su capa) logró un donqueo de 49 puntos, pero lo que presenciaríamos después, no teníamos forma de predecirlo.

La ronda final presenciaría un duelo al mejor estilo del viejo oeste entre Gordon y Jones Jr., logrando 6 donqueos consecutivos de puntuación perfecta (3 cada uno). Esto era un terreno conocido por Aaron, pues ya había estado exactamente en esa situación en el pasado. Sabía que todo se resumía a un fallo.

Es normal que tras tantos empates, las ideas se van agotando, sin embargo, parece ser que a Derrick Jones Jr., se le agotaron tan pronto llegó a la final y explico el porqué. No es intención discutir la valoración de sus clavadas en este último tramo, si realmente eran merecedoras de la más alta clasificación, pero lo que sí está claro, es que en los 3 donqueos que recibieron esta puntuación, la idea central era la misma, pasar el balón por debajo de sus piernas, solo cambiaba el ángulo o el tipo de asistencia.

Finalmente, Derrick dejó la puerta abierta a Gordon para que consiguiera el título, puntuando 48 puntos en su cuarto intento, pero Gordon se quedaría corto (47 puntos), tras saltar al gigante de 7’6”, Tacko Fall, pero el salto no fue completamente limpio y penalizado por los jueces.

Y con esto se repetía la historia, Aaron Gordon, claro merecedor en alguno de los intentos previos, es forzado a empates innecesarios para que continúe el espectáculo. El Dejavú se concretaba.

Independientemente del grado de dificultad de los realizados por Derrick Jones Jr., su falta de creatividad en la etapa más importante de la competencia, no le merecía el campeonato.

Tras el evento, Gordon anunciaba no volvería intentarlo. Y así se marcharía, uno de los mejores donqueadores en la historia de la competición, con lo que perfectamente pudieran haber sido dos títulos, en cambio ninguno. Sin embargo, nos dejó el mejor donqueo de la historia, y dos épicas batallas donde demostró su talento, creatividad, explosividad y su aguerrido espíritu de competidor.

Donqueos de puntuación perfecta: 9

Ganador: Derrick Jones Jr.

 

2021

Un All Stars Weekend atípico por las medidas restrictivas que acogió la liga por la pandemia, pero no solo las celebridades, el glamour y el ambiente que genera el público estuvieron ausentes, sino que también los donqueos espectaculares.

Tendríamos solo 3 participantes, Cassius Stanley, Obi Toppin y Arfenee Simons, en la que hasta el fin de semana pasado había sido la peor competencia de la historia.

Ninguna idea nueva, ningún donqueo memorable o que haya hecho saltar a alguno de la silla y los grados de dificultad dejaban mucho que desear. A todo esto, no hubo un solo donqueo con puntuación perfecta en la noche, y no es que el criterio de los jueces se puso más exigente de un año para otro, simplemente no hubo alguno que lo mereciera.

Donqueos de puntuación perfecta: 0

Ganador: Arfenee Simons

 

2022

Como adelantábamos previamente, a nuestro parecer es la peor competencia de la historia. La cantidad de intentos fallidos restó vistosidad al espectáculo. Jalen Green, intentó más de 10 ocasiones (aunque no todas iba al aro, por lo que no contaba como un intento reglamentario) para realizar un donqueo que cuando lo consiguió apenas logró una clasificación de 38 puntos.

Cole Anthony, no pudo completar su segundo intento, fallando las 3 oportunidades que fue al aro. Juan Toscano Anderson, que pasaría a la final junto a Toppin, lograría una mala calificación en su primera oportunidad de la ronda final

Obi Toppin resultaría el campeón en una final deslucida en la que su rival ni siquiera presentaría seria resistencia. El mexicano Toscano-Anderson, apenas logró calificación de 39 puntos en su primera oportunidad de la ronda final y en la segunda ni siquiera pudo completarla, fallando en 7 intentos. Horrible, decepcionante lo que se vivió en el “evento principal” de la noche del sábado.

Donqueos de puntuación perfecta: 0

Ganador: Obi Toppin

 

Por segundo año consecutivo los donqueos de puntuación perfecta brillaron por su ausencia, lo que resume perfectamente cual es la situación en que se encuentra esta competencia en la actualidad.

Lo que nos ha enseñado la NBA es que la innovación es constante, por lo que no tenemos dudas de que se buscarán alternativas para mantener el interés en esta competencia. Si bien es cierto las ideas se van agotando y la física es muy difícil de desafiar, no pueden permitirse que el bochornoso evento del sábado se repita en su versión del año próximo. Eso decretaría casi que de manera automática el fin de esa competencia.

¿Es este el precio que estamos pagando por las injusticias cometidas, no una, sino dos veces contra Aaron Gordon?

¿Esos resultados estimularon a los mejores donqueadores a declinar las invitaciones al Slam Dunk Contest o simplemente el Karma está cobrando su cuota?

¿Realmente ya se agotaron las ideas o es que hay pocos atrevidos a desafiar a la física?