Your browser doesn’t support HTML5 audio

Una campeona que derribo barreras, su lucha por hacerse en un hueco en un mundo reservado a los hombres son el ejemplo vital de un feminismo que va más allá del postureo.

Atletas pioneras en sus disciplinas pero, sobre todo, mujeres que supieron imponerse en un mundo reservado para los hombres

Lusia Harris fue la única mujer elegida en un Draft de la NBA. Fue en 1977, los New Orleans Jazz la seleccionaron en la posición 137 de la séptima ronda, y quedó marcada en la historia de la mejor liga del baloncesto de mundo. Denise Long había sido elegida por San Francisco Warriors en 1969 pero el comisionado Walter Kennedy rechazó ese pick; por lo que Lusia Harris es la única mujer en los registros oficiales de la NBA. En 1977 recibió el trofeo Broderick, entregado a la mejor atleta femenina de todos los deportes universitarios. Y jugando para el seleccionado femenino de Estados Unidos se había consagrado campeona panamericana y había obtenido la medalla de plata en los JJOO de Montreal 76.

La selección en el Draft de 1977 fue el broche de oro en su carrera. Todavía no existía la WNBA y el baloncesto no daba muchas oportunidades a las mujeres. A pesar de haber sido elegida por New Orleans Jazz, Harris rechazó ir a entrenarse porque ya estaba embarazada. Regresó a la Universidad donde trabajó de entrenadora asistente y como consejera de admisiones. La última experiencia fue en 1978, cuando se creó la Women Professional Basketball League y fue la primera jugadora elegida de la liga. Pero tardó en sumarse por el bajo salario: apenas disputó la temporada 1979-1980 con Houston Angels.

Un ejemplo de deportista y sobre todo de mujer, rompiendo estereotipos y enarbolando una bandera que luego sería levantada por sus sucesoras en la lucha por la igualdad