Si existe un deporte en el cual la presencia del aficionado es factor determinante para el resultado de algún partido es sin duda el baloncesto, entre otras cosas por la ubicación y la cercanía del público con la cancha y de los jugadores.
Y este es uno de los elementos que seguramente tendrá a su favor la selección nacional de Venezuela, cuando luego de más de dos años pueda reencontrarse con su afición esta semana en la reanudación de las ventanas de FIBA América, cuando reciba a Argentina y Paraguay, teniendo ahora un escenario que por lo general resulta muy complicado para cualquier visitante.
Ese escenario no es más que el gimnasio “Luis Ramos” de la ciudad de Puerto La Cruz, bautizado también por el fallecido periodista y fundador de la liga especial de Baloncesto local, Leonardo Rodríguez, como la “Caldera del Diablo”, justamente por el fuerte clima que suele haber en el recinto, sobre todo cuando está al tope de su capacidad; mismo recinto que le ha servido al equipo local Marinos de Anzoátegui a ganar 11 campeonatos.
Será entonces la primera ocasión en que la selección nacional sea anfitriona en el escenario de Anzoátegui, algo que ha sido cuestionado muchas veces, debido a la tradición y afinidad hacia el baloncesto que existe en esta región. Caracas, Miranda, Valencia, Maracaibo, Margarita y Barquisimeto habían sido las sedes donde ha visto acción la “vinotinto” en torneos oficiales.
Al menos para el encuentro de este jueves ante los argentinos ya se ha confirmado que se ha vendido toda la boletería dispuesta, con algunos arreglos que le han hecho al gimnasio, por lo que la mesa quedaría servida para disfrutar de un buen espectáculo de corte internacional.