Your browser doesn’t support HTML5 audio

La película “Space Jam” no solo fue un éxito en la pantalla grande, sino que también desempeñó un papel crucial en la preparación de Michael Jordan para su legendario regreso al baloncesto. Después de un año y medio alejado de las canchas, Jordan utilizó el set de filmación para entrenar intensamente, lo que resultó en su histórica victoria en 1996 y consolidación como uno de los más grandes atletas de todos los tiempos.

Michael Jordan es, sin lugar a dudas, uno de los más grandes íconos del deporte en la historia. Sin embargo, incluso los más grandes enfrentan retos. A mediados de los años 90, después de haber alcanzado la cima del éxito con tres campeonatos consecutivos en la NBA, Jordan tomó una sorprendente decisión: dejó el baloncesto para intentar una carrera en el béisbol. Durante un año y medio, estuvo alejado de las canchas de baloncesto, explorando su pasión por otro deporte y lidiando con la reciente muerte de su padre.

Pero el llamado del baloncesto era fuerte, y en 1995, Jordan anunció su regreso a la NBA con la icónica frase: “I’m back”. Sin embargo, el regreso no fue tan fácil como muchos esperaban. Aunque su habilidad natural seguía intacta, la falta de preparación física adecuada se hizo evidente en los playoffs de ese año, cuando los Chicago Bulls fueron derrotados en las finales de conferencia por los Orlando Magic.

Fue entonces cuando “Space Jam”, la película que mezcla animación con acción real, entró en escena. Durante el verano de 1995, mientras filmaba la película, Jordan decidió que era el momento de recuperar su forma física y mental. Con su característica determinación, pidió a Warner Bros. que le construyera una cancha de baloncesto y un gimnasio en el set de grabación. Esta cancha, apodada “Jordan Dome”, se convirtió en un centro de entrenamiento de élite.

El “Jordan Dome”: Donde la Magia Comenzó

La rutina diaria de Jordan durante ese verano era intensa. Filmaba durante el día y entrenaba durante la noche. Pero no se trataba solo de ejercicios físicos. Jordan invitó a varias estrellas de la NBA para que se unieran a él en partidos improvisados que duraban entre dos y tres horas cada noche. Estos juegos no eran solo una manera de entretenerse, sino una forma estratégica de estudiar a sus futuros rivales y recuperar su agudeza en el juego.

El resultado de esta dedicación fue notable. Jordan volvió a la NBA en la temporada 1995-1996 con una condición física envidiable y una determinación renovada. Los Bulls no solo se vengaron de los Orlando Magic en los playoffs, sino que también lograron un récord impresionante de 72 victorias en la temporada regular, un logro que permaneció insuperable por más de dos décadas. Jordan llevó a su equipo a ganar el campeonato de 1996, recibiendo su cuarto premio MVP de las finales. Pero su historia de éxito no terminó allí. En los años siguientes, Jordan y los Bulls continuaron dominando la NBA, ganando otros dos campeonatos consecutivos en 1997 y 1998, antes de que Jordan se retirara nuevamente.

“El Último Baile”: Un Testimonio del Espíritu de Jordan

Esta fascinante historia, desde su retiro hasta su regreso triunfal, se detalla en el aclamado documental “El último baile”. Este documental, que ofrece una visión íntima del viaje de Jordan, revela cómo “Space Jam” no fue solo un proyecto cinematográfico, sino un catalizador para uno de los regresos más impresionantes en la historia del deporte. La dedicación y la ética de trabajo de Jordan durante la filmación son un testimonio de su incansable búsqueda de la excelencia.

Para aquellos interesados en entender lo que realmente motivó a Jordan a alcanzar nuevos niveles de grandeza, “El último baile” es una obra imprescindible. No solo narra su éxito en la cancha, sino que también captura la esencia de un atleta que, incluso en los momentos de duda, siempre supo cómo reinventarse y regresar más fuerte.

La historia de Michael Jordan durante la filmación de “Space Jam” es un recordatorio poderoso de que, incluso en los momentos de descanso, la grandeza nunca deja de trabajar. Su tiempo en el set no solo rejuveneció su carrera, sino que también le permitió redefinir lo que significa ser un campeón. La película pudo haber sido ficción, pero el trabajo y la dedicación que Jordan puso fuera de la pantalla fueron tan reales como sus legendarias victorias en la NBA.

NBA