Una lamentable noticia se dio a conocer en las últimas horas en la ciudad de Fort Wayne, Indiana; el ex jugador estadounidense Caleb Swanigan falleció este lunes en la noche debido a causas naturales, de acuerdo a lo informado este martes por la oficina del forense del condado de Allen.
Swanigan fue jugador de la NBA durante sólo 3 temporadas con los Portland Trail Blazers y los Sacramento Kings, además de pertenecer por lapso de 2 años a la Universidad de Purdue en la NCAA, institución en la cual obtuvo un diploma en Historia de la Educación.
“Estamos devastados. Nuestros pensamientos y oraciones para la familia y los amigos de Caleb Swanigan. El mundo perdió un alma amable. Te queremos, Biggie”, escribió este martes en Twitter el perfil oficial del equipo de Purdue.
Logró destacar especialmente en su segunda temporada en Purdue, promediando 18,5 puntos, 12,5 rebotes y 3,1 asistencias por encuentro), lo que le abrió las puertas de la NBA, siendo escogido en el puesto número 26 del draft de 2017 por los Blazers.
Como hecho curioso, en la temporada 2018-2019 pasó de los Trail Blazers a los Kings, disputando solamente 21 partidos en toda la campaña, y en la 2019-2020 desde Sacramento regresó a las filas de Portland jugando un total de 27 encuentros ese año; fueron 75 los juegos que participó en su periplo por la NBA.
Vida personal
Su infancia estuvo marcada por su padre, un adicto al crack, y su madre, con seis hijos, moviéndose entre Indiana y Utah, a menudo en refugios para gente sin hogar. Caleb heredó de su padre su estatura y su tendencia a la obesidad; de hecho, éste último falleció en 2014 por complicaciones con una diabetes.
El 23 de diciembre de 2020, fue detenido por la policía de Columbia City, en donde le incautaron 3,4 libras de marihuana en el vehículo, así como $3415 en efectivo y elementos relacionados con el tráfico de drogas.
Fue arrestado y fichado en la cárcel del condado de Whitley (Indiana), quedando en libertad bajo fianza. A principios de 2021, se declaró culpable de un cargo menor de drogas, recibiendo una sentencia de suspensión de 180 días, pero evitando la entrada a prisión.
A pesar de todo esto, y de haber sido un jugador profesional de bajo perfil, no deja de ser una lamentable pérdida, más aun siendo una persona muy joven, siempre con posibilidades de enmendar sus errores.