Nunca conoció a su padre; y peor aún, su propia madre lo abandonó cuando tenía 13 años de edad, solo porque no le gustaba su aspecto físico. Quedó un tiempo en la calle, hasta que logró ser adoptado; pocos años después fue seleccionado como ‘pick’ 30 de primera ronda en el Draft de la NBA.

Hablamos de Jimmy Butler, una de las principales figuras actuales del mejor baloncesto del mundo, de esos jugadores versátiles que puede desempeñarse en varios roles dentro del tabloncillo, pero que también ha podido alcanzar la fama, superando cualquier tipo de escollo en su infancia, algo que no muchos logran superar y salir adelante.

Nacido justo hace 33 años en Houston, Texas, y quién dentro de todo lo malo que debió padecer desde muy temprano, tuvo la fortuna de contar con su buen compañero de escuela, Jordan Leslie, que le invitó a vivir en su casa y salir del abandono en el cual se encontraba y desde entonces proyectarse en ser de los mejores jugadores de baloncesto.

Sólo estuvo un año en la etapa de ‘Junior College’, para luego saltar a la Universidad de Marquette, estando acá por lapso de 3 años, comenzando a ganarse la titularidad en su segunda temporada, y en su primer partido como abridor fue el más destacado, anotando 27 puntos y capturando 13 rebotes.

Ya sus buenos dotes le llevaron a ser escogido en el Draft del 2011 por los Chicago Bulls, equipo con el que se hiciera su nombre en la NBA, estando acá seis temporadas, y en donde ha tenido su mejor registro de promedio de puntos en su carrera, con 23,9 en la temporada 2016-2017, justo antes de ser traspasado de los Bulls hacia los Minnesota Timberwolves.

En el conjunto de Minneapolis también tuvo un buen récord de 22.2 puntos, pero solo estuvo por una temporada completa; en noviembre del siguiente año fue enviado a los Sixers, junto con Justin Paton, a cambio de 3 jugadores y un ‘pick’ de segunda ronda del Draft 2022.

Hasta que diera su último gran salto en junio del 2019, al ser traspasado al Miami Heat, a cambio de Josh Richardson, con un jugoso contrato de 142 millones de dólares por cuatro años, y en su primer año acá condujo a su equipo a ganar la Conferencia Este y jugar las finales contra los Lakers en aquella famosa burbuja de Orlando de 2020.

De las 11 temporadas que ha jugado en la liga, en 10 de ellas ha alcanzado jugar la postemporada, pero solo fue esa ocasión del 2020 que ha podido jugar una final de la NBA, teniendo aún esa asignatura pendiente de ganarse al menos un anillo de campeón, actualmente contando con compañeros como Tyler Hero, Bam Adebayo y el veterano Udonis Haslem.

Ha sido electo seis veces en el ‘All Star’ de la NBA, además de haber entrado en cuatro oportunidades en el 3er mejor quinteto de la liga, y unas cinco veces en el segundo mejor quinteto defensivo; con la selección nacional de su país contribuyó a ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Así como han hecho otras figuras y leyendas de la NBA, ha incursionado dentro del mundo empresarial, para lo cual hace poco emprendiera unos días de asueto en Colombia, en una visita estratégica para asegurarse de contar con la mejor materia prima para ofrecer el mejor producto en su cafetería ‘Big Face Coffee’, un negocio que, según algunos cálculos, ya le está dando mejores números que como jugador de baloncesto.

Simplemente Butler es otro caso más en donde pareciera que la propia adversidad y malas experiencias de su infancia le han impulsado a convertirse en la persona exitosa que es hoy en día, a tal punto de pensar, que de no haber vivido lo que vivió, quizás no se hubiera propuesto lograr tanto. ¡Felices 33 años Jimmy!