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Los Golden State Warriors, una de las franquicias más emblemáticas de la última década en la NBA, se encuentran al borde del abismo. La derrota en el Juego 4 ante los Minnesota Timberwolves no solo los dejó a una sola caída de la eliminación en las semifinales del Oeste, sino que también expuso una dolorosa realidad: sin Stephen Curry, su motor ofensivo, y con un Jimmy Butler mermado, el sueño del campeonato se tambalea con fuerza.

La situación no podría ser más crítica. El próximo compromiso, el Juego 5, será en territorio hostil, sin la presencia confirmada de Curry —aún lidiando con una lesión en el tendón de la corva sufrida en el primer partido de la serie—, y con la presión de evitar una eliminación prematura. Todo el peso cae sobre los hombros de Butler, el guerrero curtido en mil batallas que fue adquirido en febrero como el refuerzo ideal para los momentos más intensos de la postemporada.

Butler, un héroe debilitado

El Juego 4 evidenció las limitaciones físicas de un Jimmy Butler claramente afectado. A diferencia de su sobresaliente actuación en el Juego 3, donde firmó 33 puntos y lideró a los Warriors hasta el último segundo, en el cuarto encuentro apenas pudo anotar 14 unidades con un modesto 5 de 9 en tiros de campo. Más allá de las estadísticas, su lenguaje corporal fue revelador: faltó la agresividad, la intensidad y el fuego competitivo que lo ha hecho famoso.

No fue casualidad. El entrenador Steve Kerr confirmó que Butler estaba enfermo durante ese partido, además de arrastrar una lesión en la cadera sufrida en la serie anterior frente a Houston. “Jimmy no se sentía bien anoche. Estaba realmente enfermo y eso claramente lo afectó… Todos sabemos quién es Jimmy. Es uno de los grandes competidores de los playoffs y espero que mañana tenga un gran partido”, declaró Kerr en el programa Willard & Dibs, dejando la puerta abierta para un renacer del veterano en la hora más oscura.

La encrucijada de los Warriors

La llegada de Butler a los Warriors tenía un solo objetivo: potenciar el equipo en los momentos de máxima exigencia, como tantas veces lo hizo con los Miami Heat. Sin embargo, su impacto se ha visto condicionado por factores que escapan a su control. Las molestias físicas y ahora una enfermedad en el momento menos oportuno han conspirado contra la consistencia de su juego.

Pero si bien Butler será la punta de lanza en el intento desesperado por evitar la eliminación, él solo no podrá lograrlo. La serie ante Minnesota ha demostrado que Golden State necesita más que una actuación heroica de su estrella más reciente. Jugadores como Jonathan Kuminga, quien ha mostrado chispazos de brillantez, deberán dar un paso al frente. Lo mismo ocurre con tiradores como Buddy Hield y Brandin Podziemski, cuyas rachas desde el perímetro pueden ser determinantes. Incluso el enigmático Moses Moody, irregular hasta ahora, podría tener su oportunidad de reivindicación.

Un adversario que no perdona

Del otro lado, los Timberwolves han hecho su tarea con eficiencia y hambre de trascender. Anthony Edwards ha sido una pesadilla para la defensa de Golden State, y la solidez colectiva de Minnesota está dejando sin respuestas a un equipo que se acostumbró durante años a dominar desde el talento puro de Curry y la estructura ofensiva diseñada por Kerr.

Sin su líder natural y con un Butler al límite, los Warriors están obligados a recurrir a la mística que los llevó a construir una dinastía. Pero esta vez, el margen de error es nulo y la magia parece estar en pausa.

El peso de la historia y la promesa de un regreso

Las expectativas sobre Curry son moderadas. Aunque progresa en su recuperación, no estará en el Juego 5, según confirmaron fuentes internas del equipo. Su ausencia plantea un interrogante mayor: ¿puede Golden State ganar sin él, en la ruta, y con el nivel mostrado en los últimos partidos?

Steve Kerr ha sido claro: “Solo necesitamos una victoria para volver a casa y esperar que Steph esté listo”. La frase es tanto un llamado a resistir como una súplica velada. El destino de los Warriors pende de un hilo, y esa delgada línea es Jimmy Butler, un luchador cuya leyenda necesita una nueva página escrita con sangre, sudor y resiliencia.

¿Último capítulo o prólogo de una remontada?

El Juego 5 no solo definirá la continuidad de los Warriors en estos playoffs, sino también marcará el legado de una apuesta arriesgada: traer a Butler para dar un último impulso a un núcleo que ha ganado cuatro campeonatos en la era moderna. La noche del miércoles puede ser la despedida… o el principio de una remontada épica. Y todo comienza con un Jimmy Butler capaz de desafiar su cuerpo y escribir una nueva historia.

Solo el tiempo y el balón dirán si esa historia termina en aplausos… o en silencio.

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