El pasado 10 de abril, Joel Embiid hizo historia en las duelas de la NBA al convertirse en el primer extranjero en ganar el título de máximo anotador en el mejor baloncesto del mundo.
El camerunés promedió 30,6 puntos por partidos y relegó al segundo puesto al griego Giannis Antetokounmpo, dando así un certero golpe de autoridad en al actual contexto del juego.
El hito
El líder de los Sixers de Philadelphia también emuló con su galardón lo hecho en 1999 por Shaquille O neall y veintitrés años después se convirtió en otro pívot que se alza con el cetro de máximo anotador.
No es algo casual, Embiid ya no es aquel chico malcriado que iba de fiesta en fiesta, de borrachera en borrachera, incluso aún están frescas las imágenes del jugador bailando sin camisa en el escenario durante un concierto en 2017.
No, ya hay atisbos de madurez, de liderazgo y en el duelo de primera ronda de Play Off ante Toronto Raptors, lo demostró tomando decisiones en la cancha, situando a sus compañeros en defensa, exigiéndole el máximo a James Harden y a Tyrese Maxey.
La personalidad
Hablamos de un tipo con carácter y personalidad que le ha dado a los fanáticos en Philadelphia, una oportunidad para volver a creer y tal vez la mística de Julius Irving y Mosés Malone vuelva a renacer con Embiid y la actual generación.
Hasta cierto punto debió ser así, pues ante del actual duelo de semifinales ante el Heat de Miami, los Sixers, con Doc Rivers en el banquillo eran serios contendientes al título, no solo del Este, sino en el campeonato.
Sin Joel Embiid, el equipo se ha visto mermado en su desempeño en la cancha y los de Florida han campeado a sus anchas.
El africano se lesionó en los finales del sexto partido ante los Raptors, cuando los Sixers ganaban por más de 30 puntos; un suceso este, marcado por la polémica, que sigue generando debate.
La ilusión
Desde Allen Iverson a comienzos de los 2000, no se veía un jugador de este calibre en Philadelphia y los años de El Proceso llegan a su fin, mostrando sus primeros frutos.
Vale precisar que se conoce como El Proceso al período acontecido desde 2010, cuando por unos cuatro o cinco años muy malos, los Sixers terminaron haciéndose con las primeras selecciones del draft.
La paciencia ha valido la pena y si bien Joel Embiid no tiene el impacto del mismo Giannis, ni de Lebron o Kevin Durante, su estirpe lo ubica hoy entre los grandes de toda la liga.
Si Embiid puede regresar o no contra el Heat en el cuarto partido o el quinto, si regresa y gana o pierde, como se habrá ganado el respeto de todos.