Joel Embiid rebasó por primera vez los 40 puntos con 42, completando su tercer doble-doble consecutivo con 10 rebotes y con una gran serie de tiro, con un 14/25 en lanzamientos, además de 6 asistencias, 2 robos y 2 tapones. 

Los triples siguen siendo su debilidad (1/6), pero esta vez, se vieron a los Sixers que se esperan con una respuesta contundente contra el mismo rival que les había ganado en el partido anterior, dominando con amplia ventaja ya al descanso (67-51).

Ahora Sixers se encuentran novenos en el Este con 6-7, mientras los Hawks son cuartos con 8-5.

Otra noticia positiva para los que salieron airosos fue el regreso del Tyrese Maxey esta temporada. Tras dos partidos discretos con 15 y 11 tantos, el explosivo base se volvió a acercar a los 30 con 26, con un 10/18 en lanzamientos, además de 9 asistencias, faceta en la que crece cada vez más Maxey, que se entendió muy bien con Embiid. Tobias Harris, otro que sigue creciendo en cuanto a mantener un mismo alto nivel, se apuntó 21 tantos.

En Atlanta, destacaron Trae Young (27 puntos) y Dejounte Murray (23). Al equipo de Nate McMillan le penalizó, entre otras carencias, su falta de acierto en el perímetro, con un escaso 25%. Pero su situación sigue siendo buena al contrario que la de unos Sixers que no pueden bajar la guardia, pues un sólido candidato al anillo no admite tal irregularidad.

Los primeros tres cuartos los de Atlanta sumaron 37 puntos, luego 30 y luego 32 pero tuvieron 19 pérdidas y cuando concedes 34 puntos, no vas a ganar el partido