Pensar en Jonathan Kuminga desde la perspectiva de querer ver a un Daymond Green podría ser algo bien arriesgado, una especie de delirio dirían muchos, pues hablamos de un consagrado en las duelas de la NBA por un lado y un chico de apenas 19 años que buscará dar el gran salto en su segunda temporada.
No obstante, las analogías encajan en un punto y es que físicamente son muy parecidos y hasta en la proyección defensiva tienen una proyección bastante similar; pues con sus 6,6 de estatura, nadie a estas alturas tiene dudas de la condición de defensor élite de Green y Kuminga, con sus 6,8 y 210 libras bien pudiera ser un alter ego de Draymond, pero con mayor vocación ofensiva.
La gran esperanza
Las expectativas de Steve Kerr y los Warriors con Kuminga para la venidera campaña van por ahí, en busca de explotar muchos más las habilidades ofensivas del jugador y hasta tienen un plan de progresión para el período competitivo que se avecina.
Tal como lo cuenta C.J. Holmes en un artículo reciente para el san Francisco Chronicle, la directiva pretende que Kuminga no dependa tanto de físico y en este punto pueda pulir su tan promocionado talento.
Holmes refiere que la idea tendría como base una serie de ejercicios que saquen a Kuminga de su zona de confort, exigiéndole que desarrolle nuevas habilidades.
El plan
El plan tendría como objetivo que Kuminga se convierta en un defensor perimetral de élite para que ocupe el lugar de Gary Payton en el quinteto regular.
En la zafra anterior, el alero mostró un crecimiento ostensible con el paso de los meses y sus 9,3 puntos por partido, así como 3,3 rebotes en 17 minutos de juego dan la medida del nivel al que puede llegar Kuminga de ver más minutos en cancha.
Muchos y hasta el propio Steve Kerr saben que Jonathan Kuminga puede ser el hombre del futuro en la organización mas exitosa de la NBA en los últimos diez años, ostentando su propio sello particular, más allá de cualquier analogía.