Los pequeños detalles son los que muchas veces terminan definiendo un encuentro de baloncesto y de cualquier otra disciplina; eso quedó demostrado en el choque en el cual República Dominicana culmina cediendo ante su similar de Brasil, en donde queda un sabor amargo ya que también quedó reflejado que se pudo ganar, a pesar de todas las adversidades.
Ya en la previa del partido se comentaba que había que luchar contra un combinado en donde la mitad de sus jugadores sobrepasan los 2 metros de estatura, por lo que el trabajo en la pintura cobraba una mayor importancia, y acá es donde más se iba a necesitar la presencia de un Ángel Delgado en todo su esplendor.
El comienzo no fue nada sencillo, como suele ser típico en los equipos que juegan como locales, los brasileños trataron de arrollar y sacar ventaja en el marcador a través de su velocidad en las transiciones, y es cuando inmediatamente el coach Melvyn López hizo ingresar a dos elementos que han dado la cara en nombre de los ausentes en este torneo: Jeromy Rodríguez y Yeison Colomé.
Entre ambos lograron combinarse y anotar 26 de los 32 puntos de los jugadores que hoy fueron suplentes; este es otro factor a resaltar, el hecho de jugar solo con 9 elementos en la nómina, al confirmarse las ausencias de Anyeuri Castillo y Ángel Núñez por molestias físicas.
A todo esto, le sumamos que Jassel Pérez contó nuevamente con la confianza de López para estar en el quinteto abridor, pero solo estuvo por lapso de 4:42 minutos en todo el partido, sin un solo intento al canasto.
Asimismo, al cierre del segundo parcial, Andrés Feliz estuvo cerca de ser sancionado cuando recibió un claro empujón de Yago Santos, que de paso no fue sancionado por los jueces, de regular actuación también; esta jugada terminó con falta técnica a Feliz y dos infracciones al conjunto brasileño.
El momento cumbre
Al jugarse el tercer parcial, faltando poco más de 3 minutos del mismo, llegaba la jugada clave y que tuvo su incidencia en el resultado; el partido estaba a favor de los dominicanos por 3 puntos, cuando en un intento fallido de anotar por parte de Ángel Delgado, éste se queda reclamando una posible infracción de Rafa Mineiro no sentenciada, lo que generó una primera falta técnica en su contra.
A los pocos segundos, en un nuevo reclamo hacia los jueces, éstos no vacilaron en sentenciar una segunda falta técnica y con ello debió dejar la cancha, justo en el momento en donde mejor se estaba jugando y donde más se necesitaba; esto dejó todo servido a los locales en el juego interno.
La estrategia final debió modificarse, con el ingreso permanente de Richard Bautista apoyando a Feliz en la conducción del balón, y Juan Suero debió adentrarse a apoyar en los tableros, algo que pudo aprovechar Brasil en el perímetro y con par de triples seguidos de Huertas y Meindl inclinaron la balanza a su favor.
Muchos nos estaríamos preguntando que hubiera sucedido si Delgado no fuese expulsado del encuentro; es algo que no podremos descifrar, pero no cabe duda que fue el punto de inflexión de un juego que estaba dando la impresión que se pudo ganar y hacer historia en Recife.
Ahora, con la amargura de no continuar en la AmeriCup y no haber podido acceder a las semifinales, queda aún el objetivo de clasificar a la copa del mundo y para ello se deberá enfocar la mirada en la ventana de noviembre, cuando se reciba a Argentina y Venezuela, seguramente con una convocatoria más amplia; el no clasificar al evento mundial si terminaría por ser una catástrofe para todo el entorno del baloncesto dominicano.