Dos horas antes del Juego 3 de las Finales de la NBA, Tito Horford se paró en las gradas y vio calentar a los Celtics. Su hijo, la estrella de Boston Al Horford, aún no estaba allí, pero eso no importaba. Tito, un exjugador de la NBA, se quedó cautivo viendo a Jayson Tatum disparar triples.
La familia Horford es querida entre los fieles de los Celtics. A medida que la gente comenzaba a llegar al TD Garden, para acercarse lo más posible a sus jugadores favoritos, muchos notaron a Tito. Susurraron y señalaron emocionados, tomándose fotos y asegurándose de que Tito estuviera en el fondo.
Cuando Al salió a calentar, una multitud considerable se había reunido en las primeras filas detrás del banco de los Celtics. Los fanáticos vitorearon y llamaron su nombre cuando Al entró a la cancha. Él sonrió, pareciendo genuinamente feliz y algo honrado de estar en tal escenario.
La hermana de Al, Anna, quien es una intensa usaria de Twitter, siempre lleva conversaciones sobre los Celtics.
“Boston es un lugar que, desde el primer día, nos abrazó por completo.Está muy agradecido y muy listo para el momento porque ha estado trabajando en esto durante toda su carrera”.
Esta es la primera vez que Al está en las Finales, a pesar de haber jugado en 141 partidos de playoffs antes de esta temporada.
La victoria del miércoles ayudó a mantener vivas sus esperanzas de un campeonato.
En el Juego 2, los Celtics parecieron olvidarse por completo de cómo jugar baloncesto, pero en su primer juego de Finales en casa en 12 años, dejaron en claro que sí saben jugar playoffs. En ese tercer juego de las Finales, Boston tomó la ventaja de inmediato, la desperdició en el tercer cuarto y la recuperó para ganar 116-100. Los Celtics ahora tienen marca de 7-0 en estos playoffs cuando vienen de una derrota.
El ambiente era eléctrico. Se sentía como si el techo se fuese a caer. Entre los 53 puntos combinados de Jayson Tatum y Jaylen Brown, los triples de Al, los rebotes ofensivos y los bloqueos defensivos de Robert Williams III, y la existencia general de Marcus Smart, los niveles de adrenalina en TD Garden eran únicos.
Los fanáticos estaban emocionados. Se vivió una locura, pues los Celtics están en finales y delante en la Serie, después de un comienzo tan pésimo.
Los jugadores también sienten el peso de la historia. Tal como dijo Smart en su conferencia de prensa posterior al juego.
“Cuando miramos hacia arriba y vemos esos carteles, vemos esos números, es algo que nos da esa motivación para salir y tratar de ser los próximos. Nos pone la piel de gallina poder decir eso”.
La pasión de la multitud en los juegos de Boston es palpable. La gente disfruta y demuestran que ganar mucho no los vuelve complacientes ni hace que la victoria sea menos emocionante.
Al por lo general, tiene una presencia tranquila y no confronta mucho en la cancha, pero últimamente ha estado un poco enérgico. Levantó seis dedos cuando Green aseguró su sexta falta personal y luego fue expulsado.
Los Horford son los embajadores perfectos del espíritu de este equipo de los Celtics. Trasmiten la esencia de sus mejores seguidores.
La familia Horford son un verdadero equipo, llevan el corazón en las manos y siempre aparecen, sin importar lo que haya sucedido el día anterior. No se dan por vencidos.
Después de que Al se fue de Boston a los 76ers en 2019 y luego al Oklahoma City Thunder en 2020, y el ex entrenador Brad Stevens lo trajera de regreso. Anna dice que la familia quedó encantada.
“Si me siguen en Twitter, probablemente notaban que todavía twitteaba mucho sobre los Celtics”.
Con el entrenador Ime Udoka, Al y el equipo han prosperado. Después de estar tan cerca de las Finales todos los años desde que el trío de Smart, Tatum y Brown fueron reclutados, Boston y Al finalmente alcanzaron llegar a un nivel más alto.
Después de la primera victoria en casa de los Celtics en las Finales en 12 años y la primera victoria en las Finales de los 15 años de carrera de Al como jugador, su madre, Arelis Reynoso, celebró en TD Garden. Llevaba una chaqueta de mezclilla con el número 42 en la espalda y “MAMÁ” donde suele ir el nombre del jugador. Sonriendo mientras saludaba a un simpatizante tras otro, se fue a felicitar a su hijo.
El hijo que, con dos victorias más, podría ayudar a los Celtics a agregar otro título, ser parte de la historia.
La esposa de Al, Amelia Vega, y su primogénito Ean. Son los hinchas más activos en las gradas. El pequeño y la bella compañera de vida del dominicano sí que saben, junto a todos los Horford, trasmitir la alegría quisqueyana que contagia, inspira y encanta.