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Los Denver Nuggets han dejado claro cuál es su apuesta para seguir siendo contendientes al campeonato de la NBA: mantener a Nikola Jokić y Jamal Murray como el núcleo del equipo. Con la reciente renovación de contrato de Murray por cuatro años y 208 millones de dólares, los Nuggets están enviando un mensaje rotundo: su futuro competitivo depende de la sinergia entre el pívot serbio y el base canadiense.

Sin embargo, la decisión de firmar a Murray con un contrato máximo genera preguntas. ¿Realmente es la mejor inversión teniendo en cuenta sus recientes problemas físicos y la falta de consistencia en su rendimiento? Es momento de analizar las implicaciones de esta apuesta multimillonaria y si los Nuggets están justificando con hechos la confianza depositada en este dúo.

El Contexto: Una Historia de Éxitos, Pero También de Incertidumbres

Desde que se convirtieron en compañeros de equipo en 2016, Jokić y Murray han sido uno de los tándems más formidables de la NBA. La combinación entre la visión de juego de Jokić y la capacidad anotadora de Murray ha sido la base de un equipo que ha logrado alcanzar el campeonato en 2023 y varias apariciones en los playoffs. Pero la historia reciente de Murray ha estado marcada por lesiones y un rendimiento errático que plantea dudas.

La temporada 2023-24 fue especialmente complicada para Murray. A pesar de ser pieza clave en la obtención del título, las lesiones le limitaron a jugar solo 59 partidos. Además, su actuación en los últimos playoffs y en los Juegos Olímpicos de París 2024 fue decepcionante. En la postemporada, aunque tuvo momentos brillantes, sus porcentajes de tiro fueron bajos (40.2% en tiros de campo y 31.5% en triples), y en el torneo olímpico, sus números fueron aún peores, con un 2 de 14 en triples y un rendimiento general que dejó mucho que desear.

El Riesgo de las Lesiones: ¿Un Precio Demasiado Alto?

Las lesiones no son una novedad para Murray. De hecho, se perdió toda la temporada 2021-22 debido a la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, y desde entonces no ha jugado más de 65 partidos en una temporada. Con el historial de problemas físicos que arrastra, firmar un contrato que lo vincula al equipo hasta 2029 es, sin duda, una apuesta arriesgada.

El presidente de los Nuggets, Josh Kroenke, ha reconocido que Murray no estaba al 100% durante la última temporada y los Juegos Olímpicos, y que esperan que, con una recuperación completa, vuelva al nivel que mostró en las Finales de la NBA de 2023, donde promedió más de 32 puntos por partido en la serie contra los Lakers. Pero, ¿es suficiente con la esperanza de una mejora física para justificar una inversión tan grande?

Una Apuesta Estratégica: La Química Jokić-Murray

A pesar de las dudas, hay un argumento sólido a favor de la renovación de Murray: su química con Jokić. La dupla ha sido fundamental para el éxito del equipo en los últimos años. Cuando ambos están en la cancha, los Nuggets han tenido uno de los mejores ataques de la liga, con un diferencial de puntos de +11.5 por cada 100 posesiones en la temporada pasada.

El entrenador Michael Malone ha destacado que, más allá de la calidad individual de cada jugador, es la conexión entre ellos lo que ha llevado a los Nuggets a lo más alto. “Juegan el uno para el otro”, ha dicho Malone, enfatizando la sinergia única que tienen y cómo se complementan para destrozar las defensas rivales.

En las últimas cinco temporadas, siempre que Murray ha estado disponible, Denver ha superado expectativas en los playoffs, llegando a dos finales de conferencia y ganando un campeonato. La única vez que fueron eliminados en primera ronda fue cuando Murray estaba fuera de juego. Este historial refuerza la idea de que, mientras ambos estén sanos, los Nuggets seguirán siendo contendientes serios.

El Futuro Financiero: ¿Es Sostenible Esta Inversión?

El gran reto para los Nuggets será manejar el impacto financiero de este contrato a largo plazo. Con la renovación de Murray, el equipo tendrá comprometidos casi 140 millones de dólares en salarios para él, Jokić y Michael Porter Jr. en la temporada 2025-26. Esto los acercará peligrosamente al “segundo umbral”, una nueva restricción salarial que impone duras penalizaciones a los equipos que lo superan.

Esta situación ya ha tenido consecuencias. Denver no pudo retener a piezas clave como Kentavious Caldwell-Pope, quien se fue a los Orlando Magic en la agencia libre, una salida que podría haber sido evitada si el equipo tuviera mayor flexibilidad financiera. A medida que los salarios de Jokić y Murray sigan aumentando, los Nuggets enfrentarán dificultades para mantener un equipo competitivo a su alrededor sin incurrir en grandes penalizaciones económicas.

Además, otro dilema se avecina: el contrato de Aaron Gordon. El ala-pívot será agente libre en 2025 si declina su opción de jugador, y los Nuggets tendrán que decidir si están dispuestos a gastar aún más para mantener a otro miembro clave de su quinteto titular.

¿Valdrá la Pena la Inversión?

La decisión de los Nuggets de invertir tanto en Jokić y Murray demuestra su fe en que este dúo es la clave de su éxito a largo plazo. Sin embargo, este movimiento también está lleno de incertidumbre. Las lesiones de Murray, su inconsistente rendimiento reciente y las limitaciones salariales que enfrentará el equipo hacen que esta apuesta sea todo menos segura.

Si Murray logra mantenerse sano y recuperar su mejor nivel, los Nuggets habrán hecho lo correcto al mantener a uno de los tándems más poderosos de la liga. Pero si sus problemas físicos persisten y su rendimiento sigue en declive, este contrato podría convertirse en una carga financiera que limite las aspiraciones de un equipo que tiene como objetivo seguir siendo un contendiente al título.

En definitiva, Denver está jugando una mano alta, confiando en que Jokić y Murray continúen tocando la melodía perfecta que los llevó al campeonato. Solo el tiempo dirá si esta apuesta multimillonaria dará sus frutos o si será un costo que el equipo no podrá permitirse.

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