Luka Doncic es muy bueno, genial, un clásico All Star y el hecho de que los Mavericks estén ahí hoy, en las Finales de Conferencia Oeste, sin dudas se debe a él y a su impacto en el juego propuesto por el coach Jason Kidd.
Ay un punto en el cual lo del esloveno pudiera parecer casual, esporádico, pero no, Doncic ya venía con una hoja de servicios impresionante, había puesto Europa a sus pies, siendo la figura de la segunda mejor liga del mundo la ACB en España y dominando a su vez el máximo torneo de clubes en el viejo continente, la Euroliga.
El fenómeno
Desde los 15 años Doncic ya brillaba con el Real Madrid en el torneo ibérico y en 2018 tocó la gloria a nivel continental, siendo catalogado como el mejor jugador de Europa y desde entonces, todos los focos se pusieron en él, pues su llegada a la NBA era inminente.
Y Doncic lo sabía y como todo chico tenía sueños más allá de las duelas, quería entrar a la liga, ganar títulos individuales, ganar un anillo, pero también quería tener autos, le deslumbraban los porches y además quería conocer, tener una cita con Jennifer Aniston.
La ilusión
En ese entonces era su fantasía y al momento de tocar las puertas de la NBA, Nikola Vucevic, su compañero en suelo europeo, buscando llevarlo a Orlando Magic le prometió que no podía ayudarlo con Aniston, pero si podía pasearse en su porche 911 por la ciudad.
La historia trasciende al día de hoy, cuatro años después de aquel draft de la NBA de 2018, ya sabemos lo que sucedió, pero siempre es interesante conocer las mentalidades, los cambios que surten a este nivel y como pueden incidir directamente en la consolidación de un jugador, en este caso un extranjero, que se debe adaptar a la cultura, a las costumbres y a las tradiciones de un nuevo país.
El precedente
En aquel entonces Doncic era mas delgado, mucho más ligero, superaba a los defensores en contraataques a base de velocidad, saltaba mucho más y era una explosión total, ya fuera tomando rebotes o ejecutando volcadas espectaculares.
Mucho ha cambiado desde aquel momento cuando soñaba con porches y en Jennifer Aniston, llegó a los Mavericks y tal vez le gusta mas la comida de Estados Unidos que la de su país, pero su forma se ha ido devaluando de una forma vertiginosa, ya Reggie Miller se lo dijo en diciembre y pareció surtir efecto, tal como lo contó Jason Kidd, pero igual después de los siete juegos ante los Suns, Doncic no parece estar en las mejores condiciones.
Cualquiera que sea el caso, incluso si Dallas llega a la final, como quiera Luka Doncic, si quiere cumplir sus sueños, aquellos de antaño y los de ahora, debe recuperar su forma, pues las proyecciones con él pueden ser las mejores pero las cosas no salen por arte de magia.