Parece ser, todo apunta a que este será otro de esos años en el cual el equipo campeón de la última temporada llega irreconocible y esa relación antagónica o especie de metamorfosis que se establece, la de ser un equipo grande, casi invencible y de pronto lucir como uno bien pequeño, mediocre incluso; este fenómeno se está reflejando con todos sus matices en el actual paso de los Warriors de Golden State.
Luego de un comienzo normal, sumando balance de 3-1, los dirigidos por Steve Kerr se han sumido en un abismo total, con Klay Thompson tratando de encontrar su mejor ritmo entre críticas y cuestionamientos sobre su impacto en la cancha.
Sin rumbo
Los Warriors salieron a la carretera y desde el día 1 no han hecho más que perder, en Phoenix, en Charlotte, en Miami, en Detroit y ayer para rematar cayeron también ante los New Orleans Pelicans 114-105, para sumar su sexta derrota al hilo.
En otro momento hubiera sido algo común, con una solución inminente, pues estaba Curry, el gran Stephen Curry para resolver el problema y cuando Curry asumía los jalones, como fieles escuderos acudían Klay Thompson y Draymond Green; hoy sigue estando Curry, igual de implacable, pero nada más, hasta ahí, Thompson y Green no son ni la sombra de esa versión que hemos visto en temporadas anteriores.
Se veía venir
Con los pesos pesados en la banca por descanso, Curry, Green, Thompson y Andrew Wiggins; parecía la crónica de una muerte anunciada y no bastaron los 20 puntos y 9 asistencias del talentoso Jordan Poole ante el empuje del reaparecido Brandon Ingram, quien cargó con el peso ofensivo del elenco local, sumando 26 puntos.
Y así, con marca de 3-7 los Warriors van siendo quizás la gran decepción del momento, no solo en la Conferencia Oeste sino en toda la NBA y la idea del tiempo se impone, todavía es temprano, en teoría, pero el cambio urge, el cambio de mentalidad, reencontrar la motivación necesaria para volver a las duelas como ese gran equipo que ha dominado el juego en los últimos 10 años.
¿Se habrán cansado de ganar los Warriors?, ¿es necesario un cambio generacional?, las preguntas se imponen por su propio peso.