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La NBA siempre busca innovar y ofrecer un mayor espectáculo a los fanáticos. La experiencia NBA creció a pasos agigantados en comparación con décadas pasadas desde que se instaló el “ShowTime” en la liga durante la década de los noventa. Pero aún hay más.

En medio del debate sobre el cambio de formato del calendario buscando reducir la cantidad de partidos de la temporada regular y sobre las críticas que recibió el pasado Juego de las Estrellas por la pasividad de sus jugadores y la nula defensa, pocos se enteraron que durante el Concurso de Volcadas se probó un balón que no necesita ser inflado y podría ser la evolución del deporte en los próximos años.

La marca deportiva Wilson —el fabricante de la pelota oficial que se usa en la NBA— sacó a la luz un balón que va contra toda lógica: no se infla y está fabricado mediante impresión 3D, con una estructura de agujeros que permiten que el aire pase a través de ella. Incluso, la empresa ya les entregó a algunos jugadores varios balones para comenzar con las pruebas, con el objetivo de que la Wilson Airless pueda convertirse en la nueva pelota de las competencias internacionales.

El nuevo prototipo de Wilson tiene una estructura completamente nueva: no tiene las tradicionales tiras de cuero pegadas, ni tampoco lleva una cámara inflable adentro. La pelota está realizada con un material sintético que se va formando capa a capa dentro de una impresora 3D.

La compañía presentó la nueva pelota durante el fin de semana del All Star, en el concurso del volcadas, con KJ Martin, de Houston Rockets, como uno de los jugadores que aseguró que el balón tiene el mismo comportamiento que el tradicional. Incluso, el alero explicó después que el agarre y el tacto también ofrece buenas sensaciones.

Aunque se trata de un prototipo, este balón es una idea que estamos seguros que será bastante importante en el mundo del baloncesto. Su bajo costo de producción y su practicidad a la hora de maniobrarlo pueden ser los factores que determinen que el baloncesto sea el primer deporte en dar un paso más allá en el uso de balones no convencionales.

Según Bob Thurman, Vicepresidente de Innovación de Wilson, la empresa se preocupó de fabricar un balón que el usuario realmente quisiera utilizar: si el jugador no quiere usar el balón en su deporte, es un producto desaprovechado. Kevin Kryziak, Director Senior de I+D, añadió que la empresa se esfuerza por utilizar tecnologías de vanguardia para superar los límites de lo posible y «cambiar la percepción» de la fabricación y la innovación.