Muchas veces sucede que en los malos momentos es cuando se levantan los grandes equipos; y es algo que parece han asimilado muy bien los Phoenix Suns que en medio de sus horas más aciagas han logrado sacar su chapa de nuevos candidatos en el viejo Oeste de la NBA.
Esto en medio del contexto de su partido inaugural que tuvieron este miércoles en su cancha del ‘Footprint Center‘, en el cual a través de una impresionante reacción en la segunda mitad del encuentro, lograron imponerse ante los Dallas Mavericks, otro de los fuertes contendores de su conferencia.
Y esto se ha producido, toda vez que cerraron la primera mitad del partido con una desventaja de 17 puntos, ya con la figura del esloveno Luka Doncic haciendo de las suyas como de costumbre; pero los Suns estaban claros que si lograban contener buena parte de sus ataques, mantendrían sus opciones en este duelo.
Estamos hablando de una franquicia que aún sigue padeciendo el impacto de la retirada forzada de su propietario Robert Sarver, con las respectivas secuelas de su mal trato a buena parte del personal de Phoenix, que lógicamente llegó a mover las fibras de los mismos jugadores y de sus colegas de otros equipos.
Al punto que a la fecha, las acciones de Sarver siguen puestas a disposición de muchos de los interesados en hacerse de ellas; pero volviendo al plano deportivo, acá era el momento que los llamados líderes hicieran su presencia, y es cuando apareció la figura de Devin Booker y sus 28 puntos con 9 asistencias y su 50% de acierto en cancha.
Su compañero Chris Paul también le colaboró con lo que mejor sabe hacer, es decir, 9 asistencias, buena parte de ellas en el tramo final; también dijo presente DeAndre Ayton con un enorme registro de 18 tantos y 10 rebotes, con 72% en tiros, despejando cualquier duda sobre su estado físico y continuidad en este equipo.
Aunque el momento clave fue esa cesta en los últimos segundos del jugador suplente Damion Lee, que destrababa el empate que había en ese instante en el marcador y evitar que se fueran a la prórroga; es decir, los Mavericks fueron liquidados por un héroe inesperado y casi que anónimo.
Es así entonces como le estropean la noche de 35 puntos de Doncic, mostrando una cara de frustración algo similar a la que tuvo cuando su selección de Eslovenia quedaba fuera del reciente campeonato EuroBasket, cuya única buena noticia fue que descubrió que puede contar con un jugador alternativo como Christian Wood, que desde el banquillo se luciera con 25 tantos.
De acá en adelante todo puede pasar, pero el aprendizaje que queda es nunca dar por sentenciado a un equipo, que por muchos conflictos que esté viviendo, es capaz de hacerle recordar a todos que fueron los campeones de su conferencia hace poco más de un año y que esa herida de no haber ganado las finales aún no ha cicatrizado.