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La última vez que LeBron James no anotó dos dígitos en un partido de la NBA, George W. Bush era presidente, Kevin Durant y Stephen Curry aún no habían ingresado a la NBA y Sudán del Sur no era una nación soberana.
Esa racha de 17 años, que comenzó el 6 de enero de 2007 contra los Nets, estaba en peligro de terminar el lunes por la noche cuando los Lakers de James viajaron para jugar contra los Suns. James tenía solo cuatro puntos con 2:45 restantes en el tercer cuarto y agregó tres más antes de ser enviado a la banca con 7:16 restantes en el cuarto.
Cuando James volvió a entrar con 5:09 por jugarse en el cuarto período, había acertado 2 de 12 tiros de campo y con siete puntos. Estaba en una carrera contra el tiempo. Con 4:47 por jugarse, volvería a fallar otro triple, su decimotercer fallo de la noche. Finalmente, con 1:58 por jugarse, acertaría un tiro profundo para alcanzar el umbral de los dos dígitos. Acertaría otro tiro libre para terminar con 11 puntos.
Aunque James mantuvo viva “la racha”, sus 3 de 14 tiros de campo marcaron su peor partido desde el partido del 5 de enero de 2007 contra los Bucks, que por cierto fue la última vez que no anotó en cifras de dos dígitos. Esa noche, James acertó 3 de 13 tiros de campo y anotó ocho puntos.
Si eres fanático de los Lakers, hay muchos motivos para ser optimistas a pesar de la derrota del equipo por 109-105 el lunes. El equipo de JJ Redick aguantó a los Suns como visitante, soportando una noche históricamente mala en tiros para James, y eso dice mucho de la química en ciernes del equipo.
Anthony Davis (29 puntos, 15 rebotes, tres tapones), Rui Hachimura (20 puntos, 10 rebotes) y Austin Reaves (23 puntos, ocho rebotes, tres asistencias) anotaron más de 20 puntos, y D’Angelo Russell dio ocho asistencias para acompañar sus 14 puntos. Los Lakers solo obtuvieron ocho puntos de su banquillo, pero Gabe Vincent y Max Christie aportaron mucha energía, especialmente en el lado defensivo.
Los Lakers están de gira durante 11 días, que incluyen paradas en Phoenix, Cleveland, Toronto, Detroit y Memphis. Después de perder el partido contra Phoenix, se enfrentarán a los Cavaliers el miércoles en lo que será un partido de bienvenida para James y su hijo, Bronny.