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La frustración de LeBron James después de la derrota de los Los Angeles Lakers en el segundo juego de la serie contra los Denver Nuggets no se limitó al resultado del partido. En medio de la desilusión por dejar escapar una ventaja y fallar en un triple crucial, James dirigió su ira hacia el centro de repetición de la NBA en Secaucus, Nueva Jersey.
La controversia surgió en torno a una falta que involucró a Michael Porter Jr. de los Nuggets y a D’Angelo Russell de los Lakers. La decisión de la liga de anular la falta después de una revisión en el centro de repetición dejó a James perplejo y frustrado. En sus propias palabras, expresó su incredulidad sobre el propósito del centro de repetición si las decisiones se interpretan de manera controvertida.
A pesar de la polémica con el arbitraje, James reconoció la habilidad de los Nuggets para remontar el marcador y la necesidad de los Lakers de mejorar en el próximo juego. Sin embargo, su descontento con las decisiones del centro de repetición refleja una sensación de impotencia ante lo que percibe como inconsistencias en el arbitraje.
Con la serie ahora 2-0 a favor de los Nuggets, los Lakers enfrentan un desafío considerable al regresar a Los Ángeles para el tercer juego. La frustración de James, combinada con la determinación del equipo por corregir los errores, podría ser un factor importante en el próximo enfrentamiento.
La derrota de los Lakers en el segundo juego de la serie estuvo marcada por la frustración de LeBron James con el arbitraje y la controversia en torno a las decisiones del centro de repetición de la NBA.