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En una entrevista reciente en el podcast de JJ Redick, LeBron James compartió sus pensamientos sinceros sobre las desastrosas Finales de la NBA de 2011, cuando su equipo, el Miami Heat, cayó ante los Dallas Mavericks. James admitió abiertamente que su actuación en esa serie fue inaceptable y que jugó “como una mierda”.

Durante las Finales de 2011, James promedió 17.8 puntos por juego, una cifra significativamente inferior a su compañero de equipo Dwyane Wade, quien promedió 26.5 puntos por juego. Fue superado incluso por su otro compañero de equipo, Chris Bosh, en términos de producción. La actuación destacada de Dirk Nowitzki, quien promedió 26 puntos por juego y fue nombrado MVP de las Finales, también contribuyó a la derrota del Heat.

A pesar de su decepcionante actuación en 2011, James y el Heat lograron redimirse al ganar dos campeonatos consecutivos en 2012 y 2013. Sin embargo, las Finales de 2011 siguen siendo un punto bajo en la carrera de James, y su sinceridad al reconocer su responsabilidad en esa derrota es un recordatorio de su humildad y determinación para mejorar.

En cuanto al rendimiento actual del Miami Heat, el equipo se encuentra en una posición para mejorar su posición en los playoffs del Este. A pesar de una temporada de bajo rendimiento, el Heat ha ganado impulso con dos victorias consecutivas, lo que sugiere que podrían estar preparados para una transformación en los playoffs, como es habitual para el equipo.

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