La oficina del comisionado de la NBA, señaló este martes a las organizaciones que para la próxima temporada, los jugadores y empleados de los equipos que no estén vacunados contra el Covid-19, tendrán que someterse a pruebas semanales.
Las excepciones serán aquellas personas no vacunadas que se hayan recuperado del virus recientemente, pero el resto, se requerirán pruebas a menos que sea “instruido por el médico del equipo o un medico de la liga o autoridad del gobierno”, según el comunicado de la liga.
En cuanto al uso de mascarillas, la liga no las exigió, pero sí recomendó que sean utilizadas en áreas en las que los niveles del coronavirus sean considerados elevados por las autoridades.
El gremio de jugadores aceptó estas medidas, las cuales estaban siendo desarrolladas desde hace meses por la oficina del comisionado Adam Silver.
La máxima autoridad de la NBA comentó que todo parece indicar que la temporada 2022-23 iniciará en los tiempos previstos porque se ha cumplido con los protocolos para cuidar de la salud y seguridad de los jugadores, aunque sabe que existe la posibilidad de algún contratiempo.
“He aprendido en los últimos 2 años y medio a no hacer predicciones en lo que se refiere al COVID, sino simplemente decir que estaremos preparados para lo que venga”, agregó el comisionado.
Cabe destacar que la gran mayoría de los jugadores y personal de los equipos de la NBA ya fueron vacunados, por lo que estás pruebas semanales obligatorias serán para esa minoría que se negaron a inocularse.
Además, la liga informó que aquellos jugadores, vacunados o sin vacunas que muestren síntomas, deberán realizarse la prueba, además de reportar las molestias que sientan y cualquier resultado positivo o no concluyente de pruebas no administradas por el equipo o la liga. Aunado a eso, deben informar cualquier contacto con alguien que resulte positivo en el circulo familiar.
Caso Kyrie Irving
Los Nets de Brooklyn iniciaron la campaña pasada con la ilusión de ganar el anillo de campeones gracias a su plantilla llena de estrellas entre las que sobresalían Kevin Durant, James Harden (traspasado posteriormente) y Kyrie Irving.
Sin embargo, la temporada fue un desastre debido a las constantes lesiones de las estrellas y especialmente la situación extradeportiva de Irving y su firme convicción de rechazo hacia la vacuna.
El base armador de los Nets dejó buenas estadísticas de 27,4 puntos y 5,8 asistencias por encuentro, no obstante, solamente pudo participar en 29 de los 82 partidos que disputó su equipo en la temporada, debido a las políticas de la liga durante la pandemia, además de las leyes laborales del estado de Nueva York, que le impidieron jugar partidos como local.
Su debut en la temporada se prolongó hasta el mes de enero, aunque solo podía participar en partidos como visitante. En Brooklyn tuvo que esperar hasta marzo para poder uniformarse para ayudar a su equipo a lograr su pase a postemporada.