Sus propios jugadores referentes como LeBron James o Anthony Davis pueden estar en buen momento cada uno, pero si el resto de los compañeros no cumplen con su rol, los Lakers seguirán sumergidos en una crisis que se pudiera prolongar más de lo esperado por muchos.
Algo que ha quedado de nuevo reflejado en una nueva edición del ‘Clásico de Los Ángeles’, en lo que sería el estreno de los Clippers en la temporada, precisamente ante su vecino rival, y al cual nuevamente le ha propinado una derrota, dolorosa por demás, de 103-97, la cual sigue mostrando las horas bajas que viven los de amarillo y púrpura.
Con todo y que un conjunto como el de los Clippers que debieron dejar en los primeros minutos de este duelo a su principal figura Kawhi Leonard en banca, de igual forma se mostraron algo superiores en el primer parcial y dejando ver que este tipo de enfrentamientos directos lo afrontan muy seriamente.
Y es que hay una estadística que resulta completamente lapidaria entre estos dos conjuntos californianos; estamos hablando que en las últimas 40 ocasiones en las que ambos se han enfrentado, los Clippers han logrado imponerse a sus vecinos en 32 de ellas, incluyendo una reciente racha de 8 triunfos consecutivos, algo que se puede considerar hasta absurdo pero real.
Todo esto puede deberse a varios factores que se han conjugado, por ejemplo la inestabilidad más que evidente que han tenido los dirigidos por Darvin Ham, esto combinado con el buen nivel mostrado por la escuadra de Tyronn Lue, que dicho sea de paso, fuera antiguo jugador de los Lakers.
Ni siquiera la propia ausencia de más de un año de Kawhi Leonard pudo evitar que esa seguidilla de derrotas se pudiera cortar, pues allí es donde lograron aparecer otros elementos como Paul George, Reggie Jackson e Ivica Zubac, y ahora le sumamos la adición del base John Wall, que desde ayer mismo comenzó a aportar lo suyo para la causa de su nuevo equipo.
Podemos intuir la preocupación de LeBron James actualmente, que si de algo tiene bien claro es que no desea quedarse nuevamente fuera de la fiesta de la postemporada, más sabiendo sus ambiciones de seguir ganando títulos y registros personales dentro de su más que exitosa carrera; pero el incendio en lugar de apagarse se sigue avivando y amenaza con llevarse todo el esfuerzo que ha hecho esta plantilla para justamente no tener estos malos resultados.