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Los Angeles Lakers han sido protagonistas de rumores y movimientos en la temporada de intercambios de la NBA 2025. Hasta ahora, su movimiento más relevante ha sido la adquisición de Dorian Finney-Smith y Shake Milton en un intercambio que envió a D’Angelo Russell, Maxwell Lewis y una compensación en el draft a otro equipo. Este traspaso aporta versatilidad y profundidad al equipo, pero está lejos de resolver el problema que podría costarles una candidatura seria al campeonato: la debilidad en su juego interior.

A continuación, exploraremos por qué la necesidad de fortalecer el juego en la pintura debe ser la prioridad máxima de los Lakers y cuáles son las mejores opciones disponibles para lograrlo antes del cierre de traspasos.

La historia reciente de los Lakers: ¿Qué falta en el rompecabezas?

El campeonato de los Lakers en 2020 no solo fue resultado del dominio de LeBron James y Anthony Davis, sino también de una fórmula equilibrada: alas defensivas como Kentavious Caldwell-Pope y Alex Caruso, y una sólida rotación de pívots con JaVale McGee y Dwight Howard. Desde entonces, los Lakers han perdido la capacidad de replicar ese balance, especialmente en el juego interior.

Aunque Finney-Smith encaja bien en el sistema de JJ Redick con su capacidad para desempeñarse en múltiples posiciones, incluida la de ala-pívot, su llegada no soluciona la falta de una presencia dominante en la pintura. Actualmente, los Lakers son uno de los peores equipos de la liga en rebotes, una estadística crucial para controlar el ritmo de los partidos y proteger la defensa.

La incertidumbre de Jarred Vanderbilt

El regreso de Jarred Vanderbilt podría aliviar parte de la presión en la rotación interior, pero confiar en su disponibilidad y rendimiento sería un riesgo. Vanderbilt ha demostrado ser un defensor versátil y eficaz en formaciones pequeñas, pero su historial de lesiones y su limitada contribución ofensiva lo convierten en una solución parcial. Además, tras someterse a dos cirugías importantes, no está claro si podrá recuperar su mejor nivel.

El dilema de los Lakers: ¿Pívot titular o suplente?

Para solucionar su problema en la pintura, los Lakers deben decidir qué tipo de refuerzo necesitan. Un pívot titular aliviaría la carga de Anthony Davis en los rebotes y le permitiría concentrarse en su rol defensivo. Por otro lado, un suplente sólido podría ofrecer minutos de calidad desde el banquillo.

Con la inclinación de Redick hacia alineaciones no tradicionales, parece más lógico invertir en un pívot titular que pueda ser una pieza constante en el esquema. Entre las opciones más realistas destaca Nick Richards, de los Charlotte Hornets, quien ha demostrado ser un jugador eficiente y dispuesto a asumir un rol complementario.

Nick Richards: La opción ideal

Richards encaja perfectamente en lo que los Lakers necesitan. Con promedios de 9.2 puntos, 7.7 rebotes, 1.3 asistencias y 1.3 bloqueos en 20 juegos esta temporada, aporta presencia física y solidez defensiva. Además, no requiere protagonismo ofensivo, lo que permite a Davis y LeBron mantenerse como los principales generadores de puntos.

El costo de adquirir a Richards probablemente sería de dos selecciones de segunda ronda, un precio razonable considerando su impacto inmediato. Mientras opciones como Jonas Valanciunas o Walker Kessler parecen inalcanzables debido a altos costos o falta de interés de sus equipos, Richards representa un equilibrio entre calidad y accesibilidad.

¿El movimiento que definirá la temporada?

El tiempo apremia para los Lakers. Su desempeño en los rebotes y su vulnerabilidad en la pintura han sido evidentes en enfrentamientos recientes, como el desastroso duelo contra los Cavaliers el 31 de diciembre. Si no logran reforzar su juego interior antes del límite de intercambios, podrían despedirse de cualquier aspiración seria en los playoffs.

En 2025, con un LeBron James en las últimas etapas de su carrera y Anthony Davis necesitando apoyo en ambos extremos de la cancha, la directiva de los Lakers no puede permitirse quedarse de brazos cruzados. Nick Richards podría ser la pieza que falta para devolver el equilibrio y la fortaleza a un equipo que, aunque lleno de potencial, sigue siendo vulnerable en su núcleo.

¿Será esta la solución que los Lakers necesitan para revivir sus sueños de campeonato? La respuesta está en sus manos, y el tiempo corre.

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