Tan cerca estuvieron y tan rápido se consumieron. Ahora que hablamos de remontar con el duelo en el Este de Heat vs Celtics es hora de rememorar uno de los grandes duelos de la historia de los Playoffs NBA. Cuando Los Angeles Lakers remontaron en el Staples Center a unos Portland Trail Blazers listos ya para regresar a las Finales. Atónitos, tanto en la grada como en el banco rival. Nadie creía lo que sucedía ante sus ojos.

Después de caer en las Finales de 1990 y 1992 ante distintos rivales, los Bad Boys primero y los Bulls de Michael Jordan después, Portland consiguió una potente reconstrucción del proyecto tras el traspaso de Clyde Drexler a Houston. Hicieron los movimientos oportunos y crearon un potente bloque, posiblemente el más profundo de la liga para la temporada 1999-2000.

Todo parecía sentenciado. Tras un curso sensacional y alcanzar el culmen en el Juego 7 de las Finales del Oeste, Blazers y Lakers eran los equipos. Los dos mejores récords de temporada regular, el duelo soñado. Alcanzar el séptimo partido suponía un punto de éxtasis para todos: seguidores de ambos equipos, liga y aficionados del básquet.

Por eso, que la colectividad de los Blazers se impusiera de forma tan contundente ante el poderío estelar de los Lakers fue sorprendente. No tanto por la calidad, innegable en el equipo, sino por la forma. Portland sabía jugar y confiaba en su férrea defensa, unida a la ofensiva libre de una gran estrella y en la que todos eran piezas capitales. Marchaban 13 arriba a falta de 12 minutos, incluso se pusieron a 15 puntos.

Es muy conocida la remontada posterior. Los Lakers confiaron en su mejor y mayor baza, Shaquille O´Neal. Sabonis tenía problemas con el Shaq más dominante y el otro O’Neal, Jermaine, todavía estaba lejos de ser la fuerza que alcanzó en Indiana.

El último clavo en el ataúd de Portland fue el alley-oop entre Kobe y Shaq. Una de las jugadas más míticas de la historia de la liga, reflejo del final del encuentro y de un cierre que tienen grabados todos los Blazers en su cabeza. Desde jugadores a aficionados, todavía cuesta creer que el equipo no pudiese aguantar una renta cómoda en la que solo tenían que mantener el nivel defensivo y anotar algunas conversiones. Se derrumbaron.

Los Lakers ganaron el anillo ante Indiana en su primera vuelta a unas Finales desde el año 1991, cuando cayeron ante los Bulls. Portland trató de mejorar en verano para frenar a O´Neal en el poste en un posible futuro cruce, ya que Sabonis tenía problemas defensivos con el pivote de Lakers.

Fue entonces cuando Bob Whitsitt, “Trader Bob”, envió al joven Jermaine O’Neal a Indiana a cambio del veterano Dale Davis. También traspasó a Grant, parte importante del banco, para hacerse con un Shawn Kemp lejos de sus días de gloria y cerca de los más oscuros, cuando sus problemas con las drogas terminaron con su carrera antes de lo esperado.

Así, los Blazers alcanzaron de nuevo los Playoffs tras una gran temporada, pero los Lakers arrasaron 3-0. El resultado se repetiría en los Playoffs del 2002: primera ronda y 3-0 de los Lakers. El proyecto estaba en proceso de descomposición. El 3-4 en primera ronda contra Dallas de 2003 terminó con aquel equipo, dando paso a la etapa de los Jail Blazers.

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