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Una prórroga, dos puntos recibidos y una declaración rotunda: los Denver Nuggets no solo ganaron el Juego 3 ante los Oklahoma City Thunder, lo dominaron con una clase magistral defensiva que los catapulta a una lista selecta en la historia de la NBA. Solo seis equipos desde la fusión NBA-ABA han logrado permitir dos o menos puntos en un tiempo extra durante los playoffs. Ahora, los Nuggets de Nikola Jokic, con más garra que brillo, forman parte de ese club exclusivo.

La noche del viernes 9 de mayo en el Ball Arena fue todo menos ordinaria. Denver, que llegaba tras recibir una paliza en el Juego 2 y con la presión de proteger su cancha, no solo resistió, sino que reformuló su identidad en el momento más crítico. El resultado: una victoria por 116-111 en tiempo extra ante un equipo joven, profundo y explosivo como Oklahoma City.

Una defensa para la historia

Lo más impactante de esta hazaña no fue el puntaje final, sino cómo se alcanzó: Oklahoma City solo logró anotar dos puntos en la prórroga. Esa marca los coloca junto a los Pacers de 2003, los Lakers de 2004, los Celtics de 2012, los Warriors de 2015 y los Bucks de 2021 como los únicos equipos capaces de semejante gesta en la postemporada moderna. Para lograrlo, los Nuggets se reinventaron en tiempo real.

El entrenador interino David Adelman implementó un ajuste táctico clave: una defensa en zona 2-3 que ralentizó el ataque de los Thunder. Aunque al inicio Oklahoma City supo castigar los espacios, con un Chet Holmgren imparable en la primera mitad, la paciencia y lectura del juego de Denver terminó inclinando la balanza.

El caos ofensivo y el temple colectivo

Nikola Jokic, que tuvo una noche para el olvido en términos de eficiencia (8 de 25 en tiros de campo), fue contenido en muchas posesiones, pero los Nuggets supieron sobrevivir a pesar de su flojo rendimiento. En lugar de depender del MVP serbio, Denver encontró salvación en sus secundarios: Aaron Gordon, Michael Porter Jr. y el banco aportaron momentos claves, incluida una decisiva bandeja de Gordon en la recta final del tiempo regular.

Por el contrario, el Thunder, que había demostrado madurez sorprendente durante toda la temporada, cayó en la trampa defensiva. Shai Gilgeous-Alexander, también finalista al MVP, fue neutralizado por completo en los últimos minutos. El colapso sobre sus penetraciones forzó tiros difíciles y malas decisiones. Oklahoma City terminó lanzando 9 de 35 en triples, incapaz de capitalizar los espacios exteriores que les brindó la zona de Denver.

Una victoria que trasciende el marcador

Más allá del 2-1 en la serie, el mensaje de Denver fue contundente: incluso cuando su superestrella no brilla, son capaces de ejecutar a nivel élite. En una serie que prometía ser un duelo de talentos ofensivos, la defensa tomó el protagonismo.

Denver demostró que los campeones también ganan feo, que pueden adaptarse y que entienden los momentos grandes. La defensa no siempre gana titulares, pero sí gana partidos… y series.

¿Y ahora qué?

El Juego 4 está programado para el domingo 11 de mayo a la 1:30 p.m. (hora local de Denver). Con la serie 2-1 a favor de los Nuggets, la presión recae ahora en Oklahoma City, que necesita urgentemente respuestas tácticas y mentales para evitar una remontada cuesta arriba.

Los Nuggets, por su parte, saben que no pueden confiar en la suerte ni esperar que el rival falle 26 triples cada noche. Pero si algo dejaron claro el viernes es que tienen más de una forma de ganar.

Y en playoffs, eso es lo que separa a los buenos equipos… de los campeones.

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