Si hay alguien que sabe que tiene todas las herramientas para ser el mejor jugador de la NBA es Luka Doncic; con todo y lo que le puedan criticar sobre su estado físico y estilo de vida particular, sus números están allí a la vista de todos.
Desde su debut en la temporada del 2018 con sus Dallas Mavericks, ya fue impulsado como el líder de esta franquicia, aun siendo jugador de primer año, pero con sus credenciales que traía desde el Real Madrid y con su propia selección de Eslovenia, no merecía menos.
Siempre que revisamos lo que ha registrado en cuatro años en la NBA, y el asombro cada vez es mayor; han sido 292 juegos los que ha disputado, entre fase regular y ‘playoffs’, y en todos ha sido titular, y en sus últimas tres incursiones en la postemporada, ha estado por encima de los 31 puntos por juego; al mejor estilo de Michael Jordan en su mejor momento. Por algo, el propio coach Jason Kidd lo ha puesto al nivel de LeBron James.
Entonces, como buen líder de su equipo, no está dispuesto a conformarse con jugar estas instancias de campeonato, sino que ahora se siente con la obligación y necesidad de acceder y ganar las finales de la liga, algo que estuvo cerca de lograr hace unos meses atrás, pero se le atravesaron Stephen Curry y sus Golden State Warriors.
Ahora bien, no se esperan muchos cambios en cuanto al quinteto abridor se refiere, teniendo como compañeros a Spencer Dinwiddie como base, Tim Hardaway Jr de escolta, además de Dorian Finney-Smith y Dwight Powell en el juego interno, sobre todo ahora que ya no cuentan con la figura del letonio Kristaps Porziņģis, ahora jugador de los Wizards.
Como jugadores alternativos, Dallas sigue contando con Josh Green, Jaden Hardy y Reggie Bullock como pasadores, y en la pintura a los pívots JaVale McGee y el alemán Maxi Kleber, cubriendo todos los costados de la cancha; en este sentido, no deberían tener inconvenientes para pasar de nuevo la fase regular.
Pero todo dependerá de cómo se encuentre física y emocionalmente el esloveno, aunque su hambre de ganar es cada vez mayor; aún debe tener fresco el momento de la eliminación de parte de los Warriors, siendo los Mavericks los candidatos a ganar aquella final de conferencia.
Su primer encuentro formal de pretemporada lo tendrán el próximo miércoles 5 de octubre ante el Oklahoma City Thunder, en donde Jason Kidd pondrá desde bien temprano a andar su maquinaria, buscando conquistar a como dé lugar el viejo oeste, tal como lo hiciera Dirk Nowitzki en su mejor momento.