No se puede negar que en los años 80 y 90 fue una época dorada en el baloncesto de la NBA, en donde una gran cantidad de jugadores de calidad engalanaron los tabloncillos, y más de una franquicia dejara su huella y estableciendo su hegemonía ante sus rivales más acérrimos.
Muchas emociones generaron los duelos entre Larry Bird y Earvin ‘Magic’ Johnson, cuando se enfrentaban los Boston Celtics y Los Ángeles Lakers, los máximos ganadores en la historia de esta liga; pero para muchos expertos, la mejor de las dinastías fue cuando en 1987 comenzaba a dejar sus buenos registros un joven que luego terminaría convirtiéndose en el mejor de todos los tiempos.
Lógicamente, hablamos de Michael Jordan, quién no en vano se ganara el calificativo de ‘Su Majestad’, no solo por los seis títulos con sus Chicago Bulls, con MVP incluido en las finales, sino por la cantidad de años que comandó la NBA en el departamento de anotadores, empezando apenas con tres temporadas de experiencia.
Pero acá no se pretende hablar sobre los logros del orgullo de la Universidad de Charlotte, sino de la forma como logró opacar a otras figuras relevantes de la liga, y es entonces cuando inmediatamente sale a relucir el nombre de Karl Malone, quién conformara una de las mejores duplas junto a John Stockton, con el eterno sinsabor de no ganar algún anillo de campeón.
Malone, de 19 temporadas en el mejor baloncesto del mundo, 18 con el Jazz, es a la fecha de hoy el tercer máximo anotador de todos los tiempos, con 36.928 puntos, solo superado por el legendario Kareem Abdul-Jabbar (38.387) y el aún activo LeBron James (37.062); pero lo más asombroso de esto es que, nunca pudo ganar el liderato de los anotadores en una sola campaña.
Y la pregunta es: ¿Por qué razón el ‘cartero’ no pudo lograr esto, al menos una vez? Muy sencillo, por culpa de Michael Jordan; entre 1987 y 1998, sin incluir los dos años que estaba en su primer retiro (1994 y 1995), ‘Su Majestad’ ganó 10 títulos de mejor anotador, de los cuales, en seis oportunidades Malone llegó en el segundo lugar; además de un tercer lugar (1998), un quinto puesto (1988) y un séptimo (1987).
Y en las temporadas que no estuvo Jordan en actividad, se vio superado por otras leyendas como David Robinson (1994), Shaquille O’Neal (1995) y Allen Iverson (1999); es por esta y otras razones que los Bulls de los años 90, obviamente con la figura de MJ a la cabeza, fueron la principal causa de la sequía histórica del Utah Jazz.
Esto muy probablemente se pueda considerar como una de las injusticias más grandes en cualquier disciplina deportiva; pero esto es así, los logros individuales muchas veces no son suficientes para alcanzar la gloria. A Malone se le reconoce su gran capacidad anotadora y dominio en la pintura, pero siempre se le recordará por esta ‘mala suerte’ que tuvo de coincidir con su ‘más grande pesadilla’.