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El TBS del Distrito Nacional enfrentó a dos jugadores santiagueros en el encuentro entre BAMESO y San Lázaro, uno de ellos, con gran fama en el caso de Víctor Liz, el otro, un joven de 24 años que recibió su formación inicial en Santiago como baloncestista, sin embargo, pasó al baloncesto universitario y se desarrolló como un gran jugador, su Nombre Omar Silverio.   

Pese a su gran juego, muchos desconocían los niveles de este jugador, por lo que, en récord tomamos esta interesante historia y ponemos a la luz algunos detalles de este jugador.

¿Quién es Omar Silverio?

Omar Silverio Grullón, nació en Santiago de los Caballeros, el 5 de noviembre del 1998, mide 6´ 4 de estatura, con incursión en la NCAA, con tres universidades con Hofstra, Manhathan y West Virginia.

Silverio Grullón, empezó sus primeros pasos como baloncestista y era un jugador activo de beisbol y aunque nació en Santiago, asistía en vacaciones a Luperón, Puerto Plata, donde tiene profundo lazos familiares.

Hijo de Raymundo Silverio y de la popular Mamita, quien le inculcó muchos valores y esto le ayudó a mantenerse en la línea correcta.

El mariachi, Omar Silverio

Jugaba béisbol desde los ocho años, pero dejó de ir al play y por sus amigos decidió unirse a sus amigos para socializar y empezó a jugar baloncesto, deporte que practicaba los fines de semana cuando estaba en Luperón, manteniendo el béisbol como deporte principal durante la semana.

Su padre en 2008, a sus 10 años el papá le puso un canasto de baloncesto en la casa y jugaba con dificultad, pues su abuela no quería que el jugara, por las afecciones que provocaba a la casa y los muchos muchachos que llenaban la casa.

Su vida deportiva: NCAA

Su primera decisión para jugar baloncesto, le llevó a Santa Clara, california, sin embargo, el coach que le reclutó fue sacado del staff de trabajo y esto movió a Omar, a elegir nuevamente.

Empezó a jugar con Rhode Island y testifica que la falta de trabajo le alejó de grandes programas como Connecticut, Kentucky, Duke, Villanova, entre otras.

Sin embargo, decidió por mayor comodidad por lo que, cambió de Rhode Island a Hofstra, donde brilló y encestó 40 puntos en un partido con 11 lances de tres puntos, récord en la universidad.

Omar asegura, que el juego callejero en torneos en New York, como los vivido en Dickman, le ayudaron a jugar el baloncesto que hoy vive y ha visto grandes resultados en su vida.

Atropellado en el baloncesto universitario

Omar considera que, tras ser graduado de una universidad, dice que no fue fácil y fue muchas veces atropellado en ese proceso.

Su vida universitaria no generaba dinero y con una familia, tenía compromisos que resolver y nunca recibió dinero a favor, pero sus compromisos lo llevaron a tomar decisiones muy personales.

Omar no cree que fue tratado como debía, su devoción y forma en el juego lo proyectaron, sin embargo, no recibió el time de favorito y lo reconoce.

¨Di el 100% y me veía en el mismo lugar¨, nunca dudé de mí, soy un hombre de desafíos y traté de cambiar las decisiones de mis dirigentes.

¨Fui a la oficina para hablar¨, porque yo no entendía porque no valoraban mi juego y decidí venir de la banca, para mostrar lo que podía hacer.

Encontré en Manhattan un dirigente que confiaba en mí, por eso me moví, José Pérez era mi compañero.

Las habilidades de Omar

Omar es un jugador defensivo con un nivel elevado de baloncesto en materia de IQ, con buen tiro de distancia y con gran corazón para jugar.

Es un jugador que ha tenido que tomar muchas decisiones, siempre involucrando a su familia y decidió salir de Manhattan y vino a entrenar en dominicana.

El caso West Virginia

Debido a sus muchos juegos en dominicana, sin firmar contratos para poder mantenerse dentro de los estándares de la universidad y de repente, West Virginia, recibió los reportes y el contrato se cayó.

Jugó en Santiago, donde fue novato del año y ya ha decidido ir a jugar donde sea y ya tiene contrato en México, tiene ofertas de la G-League.

Dos partidos en el distrito han sido suficiente para remover el avispero, ya todos hablan de un jugador que promedio 25 puntos en dos partidos en el TBS, con una excelente defensa y además, un tiro peligroso y certero.

Omar tiene el sueño de ¨Las tres letras¨ y no cree que se haya escapado por lo que, su meta sigue pendiente.

Atención a los scout del seleccionado nacional, un gran defensor, un nuevo tirador, un gran joven proyectado, ¨El mariachi¨, Omar Silverio es una realidad.