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Del perímetro al centro de la frustración. La temporada 2024-2025 de los Philadelphia 76ers está lejos de cumplir con las expectativas. Con un balance de 15-21 y una lista de jugadores clave lesionados, el equipo lucha por encontrar estabilidad en la Conferencia Este. En este panorama caótico, Paul George, una de las estrellas más recientes del equipo, se ha visto obligado a desempeñar un papel que no le entusiasma: jugar como centro.
Tras la derrota del viernes contra los New Orleans Pelicans, George expresó su incomodidad en declaraciones que llamaron la atención:
“Para ser honesto, estoy aburrido. Jugar como cinco no me aporta lo suficiente. Estoy acostumbrado a correr, perseguir a los chicos pequeños y pasar pantallas. Pero sé que puedo ayudar en el centro, bloqueando carriles de pase y enfrentándome a los grandes. Eso es lo que ve [el entrenador Nick Nurse] en este estilo, pero realmente disfruto más emparejándome contra los aleros.”
La declaración, aunque honesta, refleja más que una simple preferencia personal. Es un síntoma de los problemas más profundos que enfrenta el equipo: lesiones, desajustes estratégicos y un bajo rendimiento general.
Una temporada marcada por las lesiones
La temporada de los Sixers comenzó con altas expectativas, pero rápidamente se descarriló debido a una serie de lesiones significativas. Joel Embiid, el pilar del equipo y actual MVP de la liga, ha jugado solo 13 partidos. Andre Drummond, su principal respaldo en el puesto de centro, también está fuera de acción. A esto se suma la ausencia de jugadores clave como KJ Martin, Kyle Lowry y el prometedor novato Jared McCain, quien está fuera por el resto de la temporada.
Este panorama obligó al entrenador Nick Nurse a realizar ajustes poco convencionales en la rotación, incluyendo el uso de Paul George como centro durante tramos importantes del juego. Sin embargo, el experimento no ha sido suficiente para revertir el rumbo del equipo, que actualmente ocupa el undécimo lugar en el Este, fuera de la zona de playoffs.
¿Es justo el sacrificio de Paul George?
El fichaje de Paul George durante la pretemporada, con un contrato de cuatro años y $212 millones, generó grandes expectativas. No obstante, su rendimiento ha sido inferior al esperado, con un promedio de 16.5 puntos por partido, su cifra más baja desde la temporada 2014-2015. Esto se debe en parte a una contusión ósea en la rodilla que lo mantuvo fuera al inicio de la campaña.
Aunque George ha mostrado disposición para adaptarse a las necesidades del equipo, su frustración es comprensible. Como alero, su juego se basa en el dinamismo, la defensa perimetral y la capacidad de generar puntos desde el perímetro. En cambio, jugar como centro lo limita a una posición más estática, alejándolo de su zona de confort y reduciendo su impacto en el juego.
Nick Nurse y el reto de los Sixers
El entrenador Nick Nurse, conocido por su creatividad táctica, enfrenta uno de los mayores desafíos de su carrera. Con un equipo plagado de lesiones y problemas de química, Nurse debe encontrar soluciones inmediatas para mantener a los Sixers en la pelea por los playoffs.
La decisión de colocar a George como centro refleja tanto la falta de opciones como la necesidad de maximizar los recursos disponibles. Sin embargo, el malestar del jugador plantea preguntas sobre cómo afecta esta estrategia a la moral del equipo y su rendimiento a largo plazo.
¿Es esta una temporada perdida para los Sixers?
Con un récord de 15-21, los Sixers están al borde del colapso, pero todavía hay tiempo para un cambio. La posible recuperación de Joel Embiid y Andre Drummond podría devolver la estabilidad al equipo, permitiendo que jugadores como George regresen a sus roles naturales.
No obstante, la situación actual también resalta la fragilidad de la planificación del equipo. La dependencia excesiva de Embiid y la falta de profundidad en ciertas posiciones han expuesto debilidades que deben abordarse si los Sixers desean ser contendientes serios.
Paul George, ¿víctima del contexto o jugador clave?
La incomodidad de Paul George al jugar como centro es un reflejo de los problemas estructurales de los 76ers, pero también pone en evidencia su compromiso con el equipo. Aunque el sacrificio puede ser temporal, las declaraciones del jugador abren un debate sobre la sostenibilidad de estas decisiones a largo plazo.
Para los Sixers, el desafío no es solo superar las lesiones, sino reconstruir la confianza y el enfoque de sus jugadores. En un equipo lleno de incertidumbres, Paul George podría ser la clave para liderar un resurgimiento, pero eso solo será posible si vuelve a jugar en el lugar donde mejor rinde: el perímetro.