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El escolta dominicano busca relanzar su carrera en el BSN con los Vaqueros de Bayamón. 

En la trayectoria de todo deportista hay momentos de gloria y otros de desafío. Para Chris Duarte, el presente es una encrucijada que podría definir el rumbo de su carrera. Luego de tres temporadas en la NBA, el escolta dominicano ha decidido dar un paso estratégico: jugar en el Baloncesto Superior Nacional (BSN) de Puerto Rico con los Vaqueros de Bayamón. Esta decisión no solo marca un cambio en su trayectoria, sino que representa una oportunidad para redimirse y abrir nuevas puertas en su carrera.

Puerto Rico como punto de reinicio

Duarte llegó a la NBA con grandes expectativas tras ser seleccionado en el puesto 13 del Draft de 2021 por los Indiana Pacers. En su primera temporada, mostró destellos de su potencial con un promedio de 13.1 puntos por partido, pero las lesiones en el tobillo izquierdo y el pie derecho limitaron su progresión en los años siguientes. Su paso por los Sacramento Kings y los Chicago Bulls tampoco logró consolidarlo, lo que lo llevó a buscar un nuevo escenario para revitalizar su carrera.

El BSN de Puerto Rico, una liga con casi un siglo de historia, se ha convertido en un destino atractivo para jugadores en busca de oportunidades. Con un calendario que concluye en junio y la posibilidad de jugar hasta agosto si su equipo llega a la final, Duarte tiene margen para evaluar opciones en Europa o incluso un posible regreso a la NBA.

Una decisión estratégica con respaldo económico

A diferencia de otros jugadores que buscan contratos lucrativos, Duarte no enfrenta una crisis financiera. Según Spotrac, ha acumulado cerca de 17.7 millones de dólares en su paso por la NBA, lo que le permite tomar decisiones sin la presión económica como factor determinante. Su enfoque parece estar en recuperar el ritmo competitivo y demostrar que aún puede rendir al más alto nivel.

Puerto Rico no es una liga de segundo nivel. En los últimos años, ha sido hogar de jugadores con pasado NBA y ha servido como plataforma de exhibición para quienes buscan oportunidades en ligas más competitivas. El propio Francisco García, otra figura dominicana, jugó en Bayamón en 2016 antes de retirarse. Sin embargo, a diferencia de García, Duarte tiene 27 años y aún posee la capacidad física para aspirar a un nuevo contrato en una liga de mayor exigencia.

Un futuro incierto, pero con opciones

Duarte llega a Puerto Rico tras haber representado a la selección dominicana en el Preolímpico de Grecia, lo que demuestra que sigue siendo un jugador relevante en el panorama internacional. Su desempeño en el BSN será clave para determinar su próximo paso: ¿volverá a la NBA? ¿Encontrará un rol en una liga europea de prestigio?

El baloncesto, como la vida, es un constante ajuste de estrategias. Para Duarte, Bayamón es más que un destino temporal; es la oportunidad de demostrar que su historia en el baloncesto profesional aún tiene capítulos por escribir.