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Kevin Durant es uno de los jugadores más dominantes en la historia de la NBA. A pesar de tener 36 años y haber sufrido una ruptura del tendón de Aquiles en 2019, sigue siendo un talento de élite. Su capacidad para anotar, su inteligencia en la cancha y su legado lo convierten en una pieza codiciada en cualquier equipo con aspiraciones al campeonato.
Con la fecha límite de traspasos acercándose, los Golden State Warriors están explorando todas las opciones para reforzar su plantilla. La necesidad de encontrar una segunda estrella junto a Stephen Curry ha sido evidente desde la salida de Durant en 2019, y más aún en una temporada donde los Warriors luchan por mantenerse en la pelea en la Conferencia Oeste.
Si bien los Phoenix Suns han reiterado que no tienen intención de desmantelar su núcleo de Kevin Durant, Devin Booker y Bradley Beal, los rumores en la liga apuntan a que un traspaso de Durant a los Warriors es una posibilidad real. ¿Cómo podría Golden State concretar este movimiento?
¿Por qué los Warriors quieren a Durant?
Desde su partida en 2019, los Warriors han intentado llenar el vacío dejado por KD. Aunque lograron un título en 2022 con una combinación de Curry, Klay Thompson, Draymond Green y jóvenes talentos como Andrew Wiggins y Jordan Poole, la falta de una superestrella adicional ha sido evidente.
Esta temporada, la situación se ha vuelto crítica. La inconsistencia de Wiggins, la lesión de Chris Paul y el envejecimiento de su núcleo han dejado claro que Golden State necesita refuerzos de primer nivel si quiere seguir compitiendo por el campeonato en los últimos años de la carrera de Curry.
En cuanto a Durant, su situación en Phoenix recuerda mucho a su paso por Brooklyn: un equipo construido alrededor de múltiples estrellas que no termina de funcionar. Beal no ha sido el complemento esperado, las lesiones han sido una constante y los Suns no han tenido el éxito que anticipaban. Con un récord mediocre y sin activos de draft para mejorar su plantilla, Phoenix podría verse obligado a considerar un cambio drástico.
¿Cómo podrían los Warriors concretar el traspaso?
Desde el punto de vista financiero, adquirir a Durant no es tarea fácil. Su contrato de $51.1 millones de dólares exige que los Warriors equilibren los salarios sin superar el límite del impuesto de lujo.
Un posible paquete de traspaso incluiría:
Golden State recibiría:
- Kevin Durant (F)
- Damion Lee (G)
- Monte Morris (G)
Phoenix recibiría:
- Andrew Wiggins (F)
- Jonathan Kuminga (F)
- Dennis Schroder (G)
- Gary Payton II (G)
- Primera ronda del Draft 2025 de GSW
- Intercambio de primera ronda del Draft 2026
- Primera ronda del Draft 2027 de GSW
- Segunda ronda del Draft 2025 (vía Miami)
- Segunda ronda del Draft 2031 de GSW
Este paquete le daría a Phoenix piezas jóvenes con potencial, como Kuminga, y flexibilidad financiera con contratos expirantes. Además, la posibilidad de obtener selecciones futuras de los Warriors, que podrían ser de alto valor una vez que Curry y Green se retiren, haría la oferta más atractiva para los Suns.
¿Estaría Durant dispuesto a volver a Golden State?
La gran incógnita en esta ecuación es la disposición de Durant. Su salida de los Warriors en 2019 estuvo rodeada de rumores sobre conflictos internos, particularmente con Draymond Green. Sin embargo, desde entonces, ha mantenido una buena relación con Curry y ha mostrado respeto por la cultura ganadora de la franquicia.
En términos de legado, una reunión con Golden State podría ayudar a Durant a consolidar su estatus en la historia de la NBA. Volvería a jugar junto a uno de los mejores bases de todos los tiempos y tendría la oportunidad de competir por otro anillo antes de que su carrera llegue a su fin.
¿Qué significa este traspaso para la NBA?
Si Durant regresa a los Warriors, cambiaría por completo la dinámica de la liga. Equipos como los Denver Nuggets, Los Angeles Clippers y Minnesota Timberwolves tendrían que replantear sus estrategias ante un Golden State reforzado.
Por otro lado, si Phoenix decide no mover a Durant y apuesta por otra reestructuración, podría quedarse atrapado en la mediocridad, sin los recursos necesarios para mejorar su plantilla.
En una NBA cada vez más impredecible, los próximos días serán cruciales para definir el futuro de Durant, los Warriors y la lucha por el campeonato.