El 9 de noviembre estará disponible Unguarded, las memorias de Scottie Pippen, un libro que aspira a vender millones de copias en todo el mundo al contar desde una mirada única lo acontecido en su vida y en su carrera, durante la cual hizo historia con los Chicago Bulls en la década del 90 junto a Michael Jordan.
En este contexto, se tuvo acceso exclusivo a un fragmento de la publicación en la que el ex jugador de la NBA analiza la serie documental The Last Dance, que relata con lujo de detalles y testimonios, la última temporada de Jordan como jugador de Chicago y su título que significó un tercer triplete.
El estadounidense de 56 años cargó directamente contra su ex compañero por la forma en la que se contaron aquellos años de gloria del equipo comandado por Phil Jackson y sostuvo que en lugar de hacer foco en el grupo, el documental se centró en su figura.
“Los dos últimos episodios se emitieron el 17 de mayo. Al igual que los ocho anteriores, glorificaron a Michael Jordan sin dar elogios suficientes a mí y a mis orgullosos compañeros de equipo. Michael merece una gran parte de la culpa por eso. El documental no podría haber sido publicado de otra manera. Él era el protagonista y el director”, apuntó.
Pippen se mostró muy molesto con este aspecto, sobre todo porque él esperaba una mirada diferente, o al menos eso le habían prometido cuando abrió las puertas de su hogar para prestar testimonio sobre una etapa que calificó como gloriosa y mágica de su vida.
“Michael estaba decidido a demostrarle a la generación actual de fanáticos que él fue el más grande de todos durante su tiempo, y aún más grande que LeBron James, el jugador que muchos consideran no sólo su igual, sino superior. Así que Michael presentó su historia, no la historia del The Last Dance”.
Además, el alero fue más allá y criticó las ganancias desiguales que generó el documental que aún se puede ver por Netflix: “Para empeorar las cosas, Michael recibió USD 10 millones por su papel en el documental, mientras que mis compañeros de equipo y yo no ganamos ni un centavo, otro recordatorio del orden jerárquico de los viejos tiempos”
Pippen y Jordan fue uno de los dúos más dominantes de década, a tal punto que, más allá del nombre propio de MJ y de su inigualable nivel, en la cancha podían ser identificados como una pareja que se complementaba perfectamente y cada uno hacía mejor al otro.
“¿Cómo se atreve Michael a tratarnos de esa manera después de todo lo que hicimos por él y su preciosa marca? Michael Jordan nunca habría sido Michael Jordan sin mí, Horace Grant, Toni Kukoc, John Paxson, Steve Kerr, Dennis Rodman, Bill Cartwright, Ron Harper, BJ Armstrong, Luc Longley, Will Perdue y Bill Wennington. Pido disculpas a todos los que he dejado fuera”, finalizó el jugador.