Literalmente tuvo que aprender a caminar de nuevo y a practicar el deporte de sus amores; previo a esto, estaba desarrollando un buen tiro a diferencia de su padre; sin duda su fichaje con UCLA fue increíble ya que se trataba de alguien con mucho potencial.

Es el caso especial de Shareef O´Neal, joven nacido hace 22 años en Los Ángeles, California, del cual siempre ha habido mucha expectativa por sobre si podía igualar o superar a su padre, Shaquille O´Neal; desde pequeño sintió pasión por este deporte y lo ha incluido en sus objetivos de vida.

Sin embargo, todo comenzó a salir mal en el verano de 2018, cuando manifestó algunos malestares luego de un entrenamiento; fue cuando acudió al médico y le indicaron que padecía una enfermedad, en donde se notaba que una de sus arterias estaba creciendo más de lo normal y hacia otra dirección. Le diagnosticaron una afección cardíaca grave; que además requería de una cirugía de corazón abierto urgente.

Para fortuna de Shareef y su familia, la operación quirúrgica realizada en diciembre de 2018 resultó ser exitosa; tanto que el propio jugador minutos después publicaría en sus redes sociales que se sentía mucho mejor que antes. En el inicio de su recuperación física, declaraba que a pesar del dolor que estaba padeciendo, estaba loco por volver a entrenar.

Incluso, tuvo que aprender a caminar de nuevo, llegando a perder más de 25 libras de peso; “lo más difícil para mí sin duda fue estar meses sin actividad, sin poder hacer nada, muchas cosas locas pasaron por mi cabeza; el apoyo de mi familia fue muy importante”.

Apenas 3 meses después de su intervención, recibió la autorización médica para volver a entrenarse en una cancha de baloncesto, algo que bien puede considerarse como un milagro; incluso tuvo la oportunidad de incursionar en la “Drew League”, una especie de liga de verano en Los Ángeles con presencia de jugadores de instituto y profesionales.

“Tenía muchas ganas de volver luego de mi cirugía; la Drew League fue lo primero que surgió y ha sido una linda experiencia y más que interesante”; O´Neal llegó a declarar que ya su respiración era cada vez mejor con el pasar de los días.

Luego debió enfrentar otras situaciones incómodas; una vez en UCLA por ejemplo se consiguió con el cambio de su entrenador, lo que hizo que no contarán más con sus servicios, pasando a las filas de LSU (donde también estuviera su padre Shaquille); sufrió una leve lesión en uno de sus pies que lo volvió a alejar de las canchas, además del parón forzado ocasionado por la pandemia mundial.

Expertos dicen que aún debe mejorar en algunas facetas del juego, sobre todo en sus porcentajes de tiro de media y larga distancia, además de elevar su masa muscular; recientemente firmó un contrato de dos vías con los Lakers, viendo algunos minutos en la actual NBA Summer League, con el firme objetivo de poder ser llamado por el equipo principal para la próxima campaña 2022-2023.

Sin duda, todo un camino lleno de espinas el que ha debido sortear el hijo de Shaquille y de Shauney O´Neal, digno ejemplo de superación personal que seguramente le traerá sus recompensas.