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Por décadas, el Juego de Estrellas de la NBA ha sido un espectáculo de luces, talento y rivalidades amistosas. Pero en 2025, el evento adquirió un significado especial: Stephen Curry, el hombre que revolucionó el baloncesto con su tiro de larga distancia, brilló en su casa y se llevó el premio al Jugador Más Valioso (MVP). La escena en el Chase Center fue un tributo a su legado, una ovación interminable de los aficionados que han sido testigos de su impacto en la liga y en el deporte en general.
Un Juego de Estrellas con aroma a despedida
El All-Star Weekend de 2025 tuvo un aire diferente para Curry. A sus 36 años, con múltiples campeonatos y récords a su nombre, su carrera está en la recta final, aunque sigue siendo una amenaza letal en la cancha. Desde su llegada a la NBA en 2009, ha transformado la forma en que se juega el baloncesto, convirtiendo los triples en el arma más letal del deporte y desafiando las normas tradicionales del juego.
El hecho de que el Juego de Estrellas se celebrara en San Francisco, en el estadio de los Warriors, añadió una carga emotiva adicional. Para los aficionados de Golden State, este evento fue más que un simple partido de exhibición; fue un homenaje a la figura que los llevó de la oscuridad a la gloria.
El espectáculo de Curry en el All-Star Game
El formato del Juego de Estrellas cambió en 2025, eliminando los cuartos y el reloj para enfocarse en un sistema de puntos, lo que permitió un duelo más dinámico y competitivo. Curry lideró al equipo de Shaquille O’Neal, los OGs de Shaq, contra las Estrellas Globales de Charles Barkley. Y, como era de esperarse, el base de los Warriors entregó una actuación digna de su leyenda.
Desde el inicio, impuso su sello con triples desde todas las distancias posibles. Uno de los momentos más memorables llegó cuando encestó desde media cancha, celebrando con el rapero Mistah Fab, un gesto que encapsuló su carisma y la alegría con la que juega el baloncesto. En total, anotó 12 puntos con cuatro triples, llevando a su equipo a una victoria contundente de 41-25.
La ovación del Chase Center fue inmediata. “¡MVP! ¡MVP!” coreaban los aficionados mientras Curry levantaba el trofeo al Jugador Más Valioso, un galardón que ya había conquistado en otras ediciones del All-Star Game, pero que esta vez tuvo un significado aún más especial.
Un legado que trasciende las estadísticas
La historia de Curry va más allá de los puntos y los trofeos. Su impacto en la NBA es comparable al de Michael Jordan o LeBron James, pero con una diferencia clave: cambió la estructura del juego. Antes de él, los triples eran un recurso ocasional; ahora son el centro de las estrategias ofensivas en todas las categorías del baloncesto.
Desde que entró en la liga, ha inspirado a una nueva generación de jugadores que buscan emular su precisión y su estilo de juego. Su influencia se extiende a nivel global, con jóvenes de todo el mundo practicando su característico lanzamiento de tres puntos desde distancias impensables.
En 2024, llevó a Estados Unidos al oro olímpico en París, demostrando que aún tiene la capacidad de dominar en el escenario más grande. Y ahora, en 2025, suma otro capítulo memorable en su carrera con este MVP del All-Star en su casa.
¿El inicio del adiós?
Aunque Curry sigue compitiendo al más alto nivel, su edad y el desgaste de los años comienzan a ser un factor. Con 37 años a la vuelta de la esquina, la pregunta inevitable es: ¿Cuánto tiempo más seguirá en la NBA?
Los Warriors, conscientes de su legado, han comenzado una transición con jóvenes talentos, pero la presencia de Curry sigue siendo vital. Su liderazgo, experiencia y capacidad para cambiar el rumbo de un partido en segundos lo convierten en una pieza fundamental para Golden State.
Sin embargo, el momento de su retiro se acerca, y este Juego de Estrellas en San Francisco puede haber sido una de las últimas grandes celebraciones de su carrera.
Stephen Curry: el jugador que redefinió la NBA
Cuando finalmente llegue el día en que Curry decida colgar las zapatillas, su legado será incuestionable. No solo será recordado como el mejor tirador de todos los tiempos, sino como un revolucionario que transformó el baloncesto y lo llevó a una nueva era.
Su impacto se medirá no solo en títulos y premios, sino en la manera en que inspiró a millones de aficionados y jugadores a creer en la magia del tiro de tres puntos.
Por ahora, la historia de Stephen Curry sigue escribiéndose, y con cada triple, con cada sonrisa en la cancha, sigue demostrando por qué es una de las mayores leyendas del deporte.