Trae Young tiene 22 años y en la NBA lo destacan como un jugador que debe ser figura en los partidos de Playoffs para demostrar su verdadero nivel. Y el joven silenció las críticas y fue la estrella de los Atlanta Hawks, que eliminaron a New York Knicks con él como emblema.
El base de los Atlanta Hawks cambió su estilo de juego en esta temporada. Pasó de ser un jugador que lanzaba mucho más al aro a generar más situaciones para sus compañeros. El cambio que realizó Trae Young le valió a su equipo para terminar con 41-31 en la temporada y un quinto puesto en la Conferencia Este, a la que ya está clasificado a semifinales de Playoffs.
Trae Young fue el líder de Atlanta Hawks en el Madison Square Garden, el mítico estadio en la ciudad de Nueva York. El base volvió locos a sus rivales y a los fanáticos: en el Juego 3 realizó un game winner y realizó un gesto de silencio a las gradas. Promedió en la serie 29,2 puntos, 2,8 rebotes y 9,8 asistencias.
“Es el tipo que controla todo. Está mostrando un crecimiento administrando y dirigiendo un equipo. Está demostrando confianza y dándole la pelota a Bogdanovic para obtener ventaja del resto, involucrando a esos muchachos”, aseguró Nate McMillan, entrenador de los Hawks.
“Me encanta comenzar el partido involucrando a todos y tratando de que todos tomen parte, para que todos tengan una buena sensación y un buen ritmo al comenzar”, explicó Young tras un partido en la fase regular.
El próximo paso de Atlanta Hawks será ante Philadelphia 76ers. A la espera de saber sí su rival podrá contar con Joel Embiid, Trae Young se ilusiona con seguir haciendo historia en la franquicia.