La NBA y el mundo del deporte vuelven a recuperar el aliento tras la espeluznante lesión de rodilla que sufrió Giannis Antetokounmpo en el transcurso del cuarto partido de las Finales de la Conferencia Oeste entre los Hawks y los Bucks.
La rodilla de la estrella de Milwaukee se retorció al caer desestabilizado se retorció y se temía lo peor a tenor de sus gritos de dolor y desesperación en el suelo. Sin embargo, todo parece indicar que no será tan grave como se preveía en un principio a tenor de las nuevas pruebas que se le acaban de realizar al griego.
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En la primera exploración nada más producirse la lesión los médicos de los Bucks informaron que sufría una hiperextensión de su rodilla izquierda. Y las nuevas pruebas a las que se acaba de someter invitan al optimismo. Las últimas radiografías y la resonancia que se le han practicado no revelan que exista daño óseo y los ligamentos aparecieron sólidos, según desvelaron los prestigiosos periodistas estadounidenses Zach Lowe y Adrian Wojnarowski.
De todas formas estas mismas fuentes apuntaron que su regreso a las canchas es aún una incógnita y que en los Bucks existen muchas dudas al respecto. Lo que es es seguro es que no podrá jugar en la madrugada de mañana el quinto encuentro de la serie ante los Hawks.