El astro de los Phoenix Suns, Kevin Durant, ha compartido públicamente su entusiasmo por el inicio de la temporada 2025 de la WNBA, deseando una campaña saludable y reafirmando su apoyo a la liga. Su mensaje, aparentemente simple, refuerza el respaldo creciente de las estrellas de la NBA al baloncesto femenino en un momento clave de su desarrollo mediático y competitivo.

Con el inicio de la temporada 2025 de la WNBA, la emoción en torno a la liga femenina no se limita únicamente a las nuevas estrellas en la duela. Una de las voces más influyentes del baloncesto masculino, Kevin Durant, aprovechó las redes sociales para enviar un mensaje de respaldo a las jugadoras y fanáticos de la WNBA.

“Me encanta que la @WNBA esté de vuelta. Les deseo una temporada saludable. ¡Vamos!”, publicó Durant en X (antes Twitter), un gesto que, aunque breve, se alinea con una tendencia significativa: la creciente visibilidad y apoyo de figuras de la NBA hacia sus colegas femeninas.

Durant: más que un fanático del juego

Aunque algunos usuarios bromearon sobre su publicación —recordándole que llevaba años sin mencionar la WNBA—, muchos otros aplaudieron su mensaje. “KD de vuelta en su amor por la WNBA, me encanta verlo”, escribió un seguidor. Otro comentó: “Me encanta que el deporte esté creciendo, es genial verlo”.

Estas reacciones reflejan un cambio cultural. Durant, conocido por su pasión genuina por el baloncesto más allá de géneros, ha sido una figura que, a través de su influencia, puede movilizar miradas hacia el crecimiento del juego femenino. Su apoyo, junto con el de otras estrellas como LeBron James, contribuye a legitimar mediáticamente una liga que ha tenido que luchar por atención durante años.

Un nuevo capítulo para la WNBA

La temporada 2025 arranca en medio de un auge sin precedentes. El impacto de jugadoras como Caitlin Clark (Indiana Fever) y Angel Reese (Chicago Sky), ambas debutantes en 2024, generó una ola de atención sin parangón. Rivalidades forjadas en la NCAA, ahora trasladadas a la WNBA, han convertido a estos encuentros en citas imperdibles para los aficionados.

A este impulso se suman nuevas estrellas llegadas en el draft de 2025 como Paige Bueckers (UConn) y Hailey Van Lith (TCU), quienes, además de su talento, aportan una narrativa mediática y un carisma que conecta con distintas audiencias. Estas figuras representan el futuro inmediato de la liga y son catalizadores de una evolución que ya está en marcha.

El valor del respaldo de la NBA

La interacción entre la NBA y la WNBA ha cobrado relevancia en los últimos años. LeBron James, por ejemplo, reaccionó recientemente a un triple-doble de Caitlin Clark, destacando su habilidad en un partido ante el equipo de Angel Reese. Este tipo de gestos, lejos de ser simbólicos, tienen efectos concretos: aumentan la exposición, fomentan la conversación en medios y redes sociales, y refuerzan la percepción de igualdad deportiva.

En este contexto, Durant no es un espectador cualquiera. Es una leyenda activa, con números vigentes —26.6 puntos, 6.0 rebotes y 4.2 asistencias en la temporada 2024-25— y con un legado en construcción que apunta al Salón de la Fama. Su presencia en el discurso en torno a la WNBA aporta legitimidad y perspectiva.

Una liga con proyección global

El fenómeno que está viviendo la WNBA no es aislado. Forma parte de una tendencia global que busca reducir la brecha entre el deporte femenino y masculino. El marketing, la cobertura mediática, y el interés de patrocinadores han comenzado a alinearse con este cambio. En ese marco, la WNBA se presenta como un modelo posible de éxito sostenido.

Que Durant desee una temporada “saludable” no solo se refiere al bienestar físico de las jugadoras. Implícitamente, habla también de una salud institucional, mediática y financiera que es necesaria para consolidar todo lo que la liga ha ganado en los últimos años. El mensaje, entonces, cobra un sentido más profundo: no es solo un tuit, es una declaración de respaldo a una liga que sigue ascendiendo.

Un tuit que resuena más allá de las palabras

El baloncesto femenino está cambiando, y con él, también la forma en que se le percibe y apoya. Kevin Durant, como figura respetada dentro y fuera de la cancha, representa una voz que puede mover masas. Que se sume al entusiasmo por el regreso de la WNBA es más que un gesto amable: es una señal de que la liga ha alcanzado un nuevo nivel de relevancia.

En tiempos donde la visibilidad es poder, cada mensaje cuenta. Y cuando ese mensaje viene de alguien como Kevin Durant, el eco llega más lejos que nunca.