A poco más de un mes para una nueva temporada en el mejor baloncesto del mundo, seguimos viendo equipos armarse con lo mejor que pueden y hay uno que se está convirtiendo en uno de los más serios candidatos, al menos en la conferencia del Este.

Se trata de los Philadelphia Sixers, de por si con una destacada campaña en la edición anterior, al alcanzar las semifinales en su zona, pero que les ha dejado un leve sabor amargo, ya que buena parte de la fase regular estuvieron con el mejor registro en la conferencia, siempre por encima de los Boston Celtics.

Sin duda, con la renovación de la ‘barba’ James Harden, quién en su momento indicaba que se mantiene en esta organización porque considera que acá tiene altas posibilidades de obtener al fin su primer anillo de campeón, luego de más de 13 años intentándolo; si alguien como Harden lo considera así, es por alguna razón.

Pero la extensión del vínculo del ex jugador de Houston Rockets no iba a ser el único movimiento a efectuar por esta franquicia, ya que se acaba de confirmar el arribo de Montrezl Harrell, que estaba en la agencia libre luego de haber incursionado con los Washington Wizards y los Charlotte Hornets en la pasada temporada.

El ala-pívot de 28 años, según publicación de Adrián Wojnarowski de ESPN, ha firmado por dos temporadas con los Sixers, con la opción de jugador incluida, viniendo a reforzar entre otras cosas la zona de la pintura y ser un buen apoyo a Joel Embiid y del nigeriano Charles Bassey en el aspecto defensivo, algo que estaba en el radar de este equipo.

Harris estuvo también en cuatro temporadas en Los Ángeles, siendo elegido como ‘Mejor Sexto Hombre‘ en la zafra 2019-2020 con los Clippers, en ese momento dirigido por Doc Rivers, quién luego pasara a entrenar a los Sixers, por lo que entendemos que este movimiento ha sido en buena parte influenciado por su persona.

También fue compañero de LeBron James en la temporada siguiente de haber salido de los Clippers, en donde trató siempre de cumplir ese rol viniendo desde el banquillo, algo que aún no se tiene claro si será el mismo que va a tener en este su nuevo equipo.

Lo que si es cierto es que en esta ocasión, ni Boston ni Miami la van a tener muy fácil por los lados del Este, porque sencillamente Philadelphia está sacando la chequera y no descansará hasta volver al menos a las finales de la NBA, algo que no ocurre desde el 2001 con Allen Iverson a la cabeza, cediendo ante los Lakers, y además sin ganar un título desde 1983, cuando precisamente derrotaron al conjunto amarillo y púrpura.